Tema: La reforma a las regalías

21/7/10



Bonanza de regalías, hay propuestas de ahorro para invertir en tecnología e infraestructura

El nuevo gobierno tiene en sus planes proponer que la inversión de los dineros originados, en la explotación de recursos no renovables y que generan importantes regalías, supere el entorno regional, diferente a los que piensan las entidades territoriales quienes aspiran mejorar su distribución.

Este año se esperan 6 billones de pesos en regalías, un crecimiento astronómico, ya que tradicionalmente se han generado alrededor de 1,8 billones de pesos anuales, se observara entonces un crecimiento de 4 veces más; Lo propuesto a la reforma a los dineros que reciben las regiones por la explotación de recursos naturales no renovables en este caso el carbón y el gas principalmente existentes en la Guajira, un asunto que planteó el Ejecutivo a la par con la propuesta de regla fiscal. De los excedentes en regalías puede salir un ahorro para no poner en riesgo el comportamiento de la economía, propuesta de campaña del presidente electo, Juan Manuel Santos, quien planteó la posibilidad de destinar el 10 por ciento de estos recursos a ciencia y tecnología, incluyendo también la creación de un fondo de ahorro.

Este fondo de ahorro entre otras cosas financiaría con créditos – becas a estudiantes que estén culminando su bachillerato y puedan cursar estudios técnicos o profesionales y quienes después de graduarse y estar trabajando iniciarían a pagar con beneficios importantes ese crédito, también se prevé en la propuesta apoyo al desarrollo del sector rural, hasta ahí todo bien pero esta iniciativa lleva a que las regalías se salgan de un entorno regional. y quitarles a las regiones para ahorrar a nivel nacional en pocas palabras se centralizarían las regalías.

Porque esta decisión? Una de las respuestas es la falta de planificación, el poco impacto que han generado las regalías en el desarrollo integral de los municipios y el mejoramiento en la calidad de vida de los gobernados, no se justifica que en la Guajira después de más de 20 años de explotación carbonífera no tengamos en ninguno de los 15 municipios solucionados sus problemas en acueducto, alcantarillado y manejo de basuras, que en la mayoría de los hospitales hoy se tenga el temor de un colapso de la red pública hospitalaria, que la calidad en la educación este cuestionada y la educación superior especialmente en la Universidad de La Guajira no sea competitiva con otras regiones por la politización de la misma.

Con este comportamiento con los resultados y con la presión que hará el nuevo gobierno el Congreso de la república tendrá que estudiar la reforma y si se aprueba una modificación de las regalías, el centralismo volverá a revivir en nuestra región, antagónico a las iniciativas del impulso que se quiere con la región Caribe, compromiso de campaña también.

Tienen los gobernadores y los alcaldes de municipios productores de regalías el compromiso de demostrar que hay capacidad, voluntad y transparencia en la inversión de estos recursos y mostrar además un mejoramiento significativo en los sectores sujetos de inversión con recursos de regalías que son los más sensibles en las comunidades Salud, Educación, Medio Ambiente, Saneamiento Básico).

No es tan malo que haya ahorro de las regalías, siempre y cuando se vean beneficios en las entidades territoriales, es decir, que cuando se presente distribución, los recursos se inviertan en las regiones y no que todo se concentre en el Gobierno Nacional, pero si es malo la debilitación de la descentralización y autonomía de las regiones por ello es importante un compromiso serio de los gobernantes de los entes territoriales.

La provincia como nos llaman los del norte, reclamamos hoy más participación en la distribución de los recursos de regalías y nuestro reclamo es justo solo es analizar sin pasiones y sin prevenciones el desarrollo de los municipios de Villanueva, La Jagua del Pilar, Urumita, El Molino, San Juan del Cesar, Distracción y Fonseca, pueblos que no generan regalías pero en quienes se observan mejor desarrollo frente a otros que los quintuplican en presupuesto.

Dicen los cachacos y a veces tiene razón que los recursos deben financiar al país como un todo y no las obras asignadas, muchas veces, por la corrupción y el clientelismo, la propuesta está justificada en el aprovechamiento adecuado de la bonanza de las regalías, una delicada situación fiscal, el imperativo de neutralizar el despilfarro, la corrupción y la ineficiencia en torno del uso de las regalías.

La Guajira sigue siendo rica en recursos naturales no renovables pero todavía muy rezagada en inversión social, no es difícil implementar en un departamento relativamente con pocos municipios (15) estrategias que nos modernicen y nos pongan competitivos frente a otras regiones y así mejorar la calidad de vida de todos los Guajiros, vamos a confiar nuevamente en que se retomen las responsabilidades y compromisos de los responsables de la distribución, planeación y ejecución de estos recursos de regalías, no antes de recordarles que aprovechemos la ventaja de tener un costeño como Ministro de Minas y Energía y no olvidar que la abundancia de hoy es el hambre del mañana.

Jorge Juan Orozco Sánchez
Columnista Villanueva mi@


Regalías sin dolientes


Con la legitimidad que le dan al nuevo gobierno más de 9’ millones de votos, Juan Carlos Echeverry, próximo Ministro de Hacienda y Crédito Público, notificó que se tiene preparada una reforma a las regalías. Esa decisión está respaldada en los índices positivos que hacen prever el aumento de las exportaciones del sector minero y petrolero, en sus propias palabras la reforma busca “ahorrar un punto (del PIB) y utilizar buena parte de ese punto para pagar deudas, lo que nos ayuda a llegar más rápido al grado de inversión y además baja los gastos del Gobierno y los intereses".

Debemos admitirlo, guardar silencio no es decir mentiras, y esa es de aquellas medidas que por impopulares no se pueden decir en plena campaña política. Supongo que en condiciones normales anunciar una reforma a las regalías hubiese generado alguna repulsión por la dirigencia política de los entes territoriales beneficiarios de estos recursos, pero seamos sinceros, para reducir el déficit fiscal suena menos feo anunciar esa reforma a las regalías antes que anunciar la creación de impuestos o el aumento de las tarifas, y la razón para no hacer esto último es obvia: todavía no se ha hecho aquella inscripción en mármol que tendrá fines turísticos.

Sabido es que las regalías son el pago que las empresas petroleras y mineras hacen al Estado por la explotación de los recursos naturales no renovables, parte de ellas son transferidas como compensación del daño ambiental a los entes territoriales (Municipios y Departamentos) en cuya jurisdicción se hacen las explotaciones, a su vez, estos entes deben canalizar esos recursos en proyectos que permitan los colombianos tener acceso a algunos los servicios de educación, salud, agua potable y alcantarillado y a reducir la mortalidad infantil. Estos recursos también podrían utilizarse para otros fines, pero primero las entidades territoriales deben acreditar coberturas mínimas en: educación básica (90%), salud para los más pobres (100%), agua potable (70%), alcantarillado (70%) y mortalidad infantil (1%).

Una primera inquietud frente a la reforma que sin muchos detalles se comunicó es básica y simple, muy probablemente los departamentos y municipios beneficiarios de estas transferencias mucho menos ahora lograrán las coberturas mínimas en educación, salud, agua potable, alcantarillado y reducción mortalidad infantil; la razón es obvia, las transferencias a los entes territoriales no se incrementarán sustancialmente, y de existir algún incremento numérico no es proporcional a la bonanza que se avecina, todo porque la nación también aprovechará el incremento de los ingresos por concepto de regalías para disfrutar de las mieles del “boom” de este sector, reducir su déficit fiscal y, en principio, invertir en tecnología.

Debo hacer una precisión, desde esta columna no se está diciendo que se hará un recorte de los recursos por concepto de regalías, simplemente se advierte que las transferencias futuras que se hagan a los entes no reflejarán la prosperidad minera y petrolera del país, lo que significa que una vez más triunfa el centralismo.

Pero pese a este panorama, en La Guajira, departamento minero por excelencia, aún no se escuchan con vehemencia las voces que defiendan las regalías de los entes territoriales, y la razón también es obvia: a nuestra dirigencia, aquella aplanadora uribista-santista que puso 87.899 votos en el departamento, se le vería muy mal si le alza la voz al Presidente electo y su próximo Ministro, no obstante que principalmente deben defender los intereses de la comunidad guajira; y lo que es peor, quizás, se sentirían aludidos cuando se les responda que la reforma también obedece al desgreño que siempre ha existido en el manejo de los recursos públicos provenientes de regalías en toda la geografía nacional. Ya tienen un primer reto los recién posesionados congresistas guajiros, más les vale que se informen y estudien para que nuestros intereses colectivos no queden lesionados.

Andy Alexander Ibarra Ustariz
Columnista Villanueva mi@

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