Para el compositor ilustre de Patillal

Aunque han pasado 10 años de vida, vivencias y afanes, hoy, estando tan lejos y sin la misma inocencia y picardía del provinciano recién llegado a Bogotá, me hace recordar mi época de estudiante universitario; es decir, a un grupo de amigos buenos, por lo menos así lo considero, no sé si ellos en el fondo de su corazón me aprecian lo mismo. En ese grupo nos solíamos hacer llamar “el combo celestial” como lo fueron: Luciano Dangond Daza, Richard Daza, Peter Manjarrez, Alberto Murgas, El gran Guille Carabaly, Unaldo Rocha (el moñoñoño), Carlos Bloom, El Mono Sierra y entre esos conocí a alguien que me reconforta tanto escribir este artículo que desde el momento que lo conocí lo respeto y, a la vez, teniéndole gran admiración considerándolo un compositor insigne del folclor vallenato como lo es: JOSE ALFONSO MAESTRE MOLINA ( EL CHICHE MAESTRE). Un acordeonista admirable, su voz inconfundible, compositor lleno de sentimiento por su tierra patillal, y su forma de ser cariñosa con una sonrisa espontanea, hacen una amalgama de dones que DIOS le regalo.

Aunque en esa época su corazón estaba herido por una catástrofe sentimental; nunca encontré amargura, ni frustración en su corazón, al contrario esas ganas de componer, amanecer parrandeando, de seguir adelante por el folclor eran fructuosas; porque nunca permitió que el éxito envanecieran su corazón. Al hombre le pueden callar, le pueden tapar los ojos, pero el sentimiento nunca se calla, porque es lo que brota de lo más profundo de nuestra alma (eran una de sus frases predilectas). Canciones como “ahí vas paloma”, “recuerdo de mi tierra”, “hojas secas”, “el poder del amor”, “duerme conmigo esta noche”, grabadas por los mejores intérpretes de nuestro folclor vallenato, ratifican su majestuosa forma de cantarle a esos sentimientos aunque ya se hayan ido lejos.

Si bien a cada uno la vida nos deparó un sendero distintos, estos 10 años de separación han servido para que tu sigas en el proceso de engrandecer el folclor vallenato, con tus composiciones vigentes cada día más y más; y yo siga como profesional de la odontología sirviéndole a la gente sabiendo que al hacerlo DIOS ha prometidos suplir mis necesidades

Hoy al ver estas mañanas frías, lluviosas que en esta época de invierno atraviesa mi tierra Villanueva, me llena de nostalgia y de un sentimiento profundo por aquellos momentos inolvidables en vivencias con Chiche Maestre cantando sus relatos en cada una de sus canciones inéditas, en un amanecer parrandeando en Bogotá , cierro los ojos y suspiro queriendo que DIOS me hiciera el milagrito de regresarme en el tiempo y disfrutar un minuto siquiera para volver a sentir esa alegría de esos momentos y experimentar en esta época cosas y momentos que ya se fueron.

Amigo Chiche Maestre desde esta pequeña columna le pido a DIOS que sobre toda cosa guardada guarde tu corazón, porque de él emana la vida; y que tu manantial de canciones siga rebosando de alegría y sentimiento buenos el folclor vallenato, tu pueblo Patillal, y el pueblo colombiano.

Jorge Mario López Nuñez
Columnista Villanueva mi@