Cuando a uno le atrae una persona, no solo hay que degustarlo, si no incorporarlo a nuestro sistema de creencias y valores; se trata de incrementar el “cociente amoroso” y ligar el corazón a la mente de tal manera que podamos canalizar saludablemente el sentimiento, sin dejar que otras personas presionen ni digan el paso a seguir. Si creemos que llega la persona indicada indudablemente hace que al corazón y a la memoria acudan viejos sentimientos, ideas bien definidas que con el trascurso de los años pensamos de manera consciente lo creemos permanente y no admitimos que pueda transformarse.
El amor completo sano y gratificante es aquel que nos acerca más a la tranquilidad que al sufrimiento, que nos impulsa a estar de acuerdo en todo y que nos vivifica a tener un eterno romance. Esta historia se hace real cuando nos enamoramos, con ese sentimiento apasionado y adictivo en el que todos nuestros sentidos parecen volverse uno solo y lo sabemos porque en nuestra mirada lo registramos todo; en cada uno de los rincones de nuestra mente emocional están grabados los más elementales de los suspiros y lo confirmamos cuando en la soledad de nuestra alcoba brota una sonrisa ingenua y gratificante.
Aunque la idea del amor ha tenido modificaciones atraves de la historia, nuestros antepasados debido a su bajo nivel cultural decían que el amor sufrido era el que perduraba en el tiempo; pero para nuestras generaciones el amor verdadero es el que persiste y pasa de la etapa de amistad al enamoramiento, y en donde se amalgama el deseo, afecto y evoluciona con los años.
En mateo 22:39b Jesús dijo amarás a tu prójimo como a ti mismo; no solamente se trata de amar al desconocido lo cual de por si es difícil, si no de amar a quien nos quiere perjudicar; pero es más fácil amar a DIOS que a las personas porque con él no tenemos que convivir en el sentido físico. Hay ocasiones en que nos enamoramos tratando de alimentar una esperanza, aunque las llamadas a celular no sean contestadas y sepamos que las visitas por las mañanas sean inoportunas, aceptamos que no es fácil abandonar la prepotencia y adherir sin condiciones a la debilidad de la persona amada.
Definitivamente en el amor es mejor esperar la reciprocidad que estar desgastando ternura, para que al final terminemos siempre renunciando a un amor que no prospera.
Jorge Mario López Nuñez
Columnista Villanueva mi@
El amor completo sano y gratificante es aquel que nos acerca más a la tranquilidad que al sufrimiento, que nos impulsa a estar de acuerdo en todo y que nos vivifica a tener un eterno romance. Esta historia se hace real cuando nos enamoramos, con ese sentimiento apasionado y adictivo en el que todos nuestros sentidos parecen volverse uno solo y lo sabemos porque en nuestra mirada lo registramos todo; en cada uno de los rincones de nuestra mente emocional están grabados los más elementales de los suspiros y lo confirmamos cuando en la soledad de nuestra alcoba brota una sonrisa ingenua y gratificante.
Aunque la idea del amor ha tenido modificaciones atraves de la historia, nuestros antepasados debido a su bajo nivel cultural decían que el amor sufrido era el que perduraba en el tiempo; pero para nuestras generaciones el amor verdadero es el que persiste y pasa de la etapa de amistad al enamoramiento, y en donde se amalgama el deseo, afecto y evoluciona con los años.
En mateo 22:39b Jesús dijo amarás a tu prójimo como a ti mismo; no solamente se trata de amar al desconocido lo cual de por si es difícil, si no de amar a quien nos quiere perjudicar; pero es más fácil amar a DIOS que a las personas porque con él no tenemos que convivir en el sentido físico. Hay ocasiones en que nos enamoramos tratando de alimentar una esperanza, aunque las llamadas a celular no sean contestadas y sepamos que las visitas por las mañanas sean inoportunas, aceptamos que no es fácil abandonar la prepotencia y adherir sin condiciones a la debilidad de la persona amada.Definitivamente en el amor es mejor esperar la reciprocidad que estar desgastando ternura, para que al final terminemos siempre renunciando a un amor que no prospera.
Jorge Mario López Nuñez
Columnista Villanueva mi@
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Definitivamente el Dr. Jorge Mario Lopez, está reflejando el momento AMOROSO que esta disfrutando con Dios, el ejemplo queda demostrado en esta columna Reflexiones de Amor Verdadero, Dr. Jorge Mario mil felicitaciones y felicidades, Usted como siempre sorprendiendo. Bendiciones