Es cierto que en Colombia todos tenemos derechos a elegir y ser elegidos, pero francamente la existencia de una tropa de aspirantes a la Alcaldía municipal de Villanueva debilita alguna presunción de madurez política y simplemente causa estupefacción. Como están las cosas caminamos de forma “victoriosa” a ser el único municipio del país donde tienen representación los doce partidos o movimientos políticos vigentes, salvo el Movimiento “MIRA” que aún no suena pero nadie lo descarta.
Hay aspirantes verdaderamente valiosos(as), bien intencionados(as) y capaces, pero también es cierto que se filtraron otros que no lo son tanto (nada es perfecto). De antemano me excuso por abusar de la paciencia del lector pero para mayor ilustración enlistaré el nombre de los actuales aspirantes a la Alcaldía señalando los movimientos o partidos que los avalarán (en algunos de los casos creyendo de buena fe lo que han manifestado públicamente), espero no herir susceptibilidades por el orden establecido pero inevitablemente unos van de primeros otros van después: Jhon Jairo Montero Daza (Con ofrecimiento de aval de la Alianza Social Indígena “ASI” y el Movimiento Interétnico de Opción Participativa “MIO”), Iván Rodríguez Bolaños (Partido Verde), Alberto Baquero Daza (Partido Liberal), Harold Pavajeau Ovalle y Rafael González Frías (pretenden el aval del “Polo Democrático”), Lizandra Montero (Cambio Radical), David Daza Daza (pretende aval de las Autoridades Indígenas Colombia “AICO”), José Bernuy (Partido Conservador), José Jaime Vega (Partido de la “U”), Jaime Baquero (PIN), Javier Socarras Amaya (Movimiento Afrovides), Claudia Gómez (anunció que inscribirá su candidatura por firmas).
Aunque este panorama fácilmente despierta carcajadas esto no es para reírse, en la actualidad sobreviven doce aspirantes y hace poco menos de dos meses eran ¡más de veinte!. Esto no es serio ni tiene presentación, estas campañas variopintas claramente no es total consecuencia de una dinámica proselitista con un trasfondo ideológico definido, y aunque puedan existir coincidencias no asoman posibles alianzas programáticas porque lamentablemente ha sido más fuerte la vanidad, la egolatría y la melancolía de poder.
La percepción general es que hay más aspirantes que propuestas, en la intimidad de cada una de las campañas presumo que se exponen fortalezas para continuar con el proyecto político, pero de forma objetiva y miradas en conjunto –por la cantidad que hay- todas terminan siendo débiles, son aspiraciones mayoritariamente mortinatas. Con mucha razón por fuera de las fronteras del municipio se afianza más la idea de que somos políticamente indisciplinados, sin reglas y no brindamos garantías para que un verdadero líder –y hago énfasis en la palabra “verdadero”- venga y respalde un proyecto político serio.
Todos los sectores políticos de la municipalidad participan activamente de este haraquiri o acto solemne de suicidio político y, sin dudas, hoy más que nunca se requiere de alianzas programáticas –y también hago énfasis en la palabra “programáticas”-. Tal y como están las cosas el próximo gobierno municipal será una minoría victoriosa con una votación muy inferior a la sumatoria de los votos de los demás candidatos, esto indica que de entrada tendrá a la mayoría del pueblo en su contra y esto es terreno fértil para caer en una ingobernabilidad precoz, la cual, principalmente, afecta a una población ansiosa por mejorar su calidad de vida y reencauzar el curso de su historia.
Andy Alexander Ibarra Ustariz
Columnista Villanueva mi@
(Twitter: @andyIU)
Hay aspirantes verdaderamente valiosos(as), bien intencionados(as) y capaces, pero también es cierto que se filtraron otros que no lo son tanto (nada es perfecto). De antemano me excuso por abusar de la paciencia del lector pero para mayor ilustración enlistaré el nombre de los actuales aspirantes a la Alcaldía señalando los movimientos o partidos que los avalarán (en algunos de los casos creyendo de buena fe lo que han manifestado públicamente), espero no herir susceptibilidades por el orden establecido pero inevitablemente unos van de primeros otros van después: Jhon Jairo Montero Daza (Con ofrecimiento de aval de la Alianza Social Indígena “ASI” y el Movimiento Interétnico de Opción Participativa “MIO”), Iván Rodríguez Bolaños (Partido Verde), Alberto Baquero Daza (Partido Liberal), Harold Pavajeau Ovalle y Rafael González Frías (pretenden el aval del “Polo Democrático”), Lizandra Montero (Cambio Radical), David Daza Daza (pretende aval de las Autoridades Indígenas Colombia “AICO”), José Bernuy (Partido Conservador), José Jaime Vega (Partido de la “U”), Jaime Baquero (PIN), Javier Socarras Amaya (Movimiento Afrovides), Claudia Gómez (anunció que inscribirá su candidatura por firmas).
Aunque este panorama fácilmente despierta carcajadas esto no es para reírse, en la actualidad sobreviven doce aspirantes y hace poco menos de dos meses eran ¡más de veinte!. Esto no es serio ni tiene presentación, estas campañas variopintas claramente no es total consecuencia de una dinámica proselitista con un trasfondo ideológico definido, y aunque puedan existir coincidencias no asoman posibles alianzas programáticas porque lamentablemente ha sido más fuerte la vanidad, la egolatría y la melancolía de poder.
La percepción general es que hay más aspirantes que propuestas, en la intimidad de cada una de las campañas presumo que se exponen fortalezas para continuar con el proyecto político, pero de forma objetiva y miradas en conjunto –por la cantidad que hay- todas terminan siendo débiles, son aspiraciones mayoritariamente mortinatas. Con mucha razón por fuera de las fronteras del municipio se afianza más la idea de que somos políticamente indisciplinados, sin reglas y no brindamos garantías para que un verdadero líder –y hago énfasis en la palabra “verdadero”- venga y respalde un proyecto político serio.
Todos los sectores políticos de la municipalidad participan activamente de este haraquiri o acto solemne de suicidio político y, sin dudas, hoy más que nunca se requiere de alianzas programáticas –y también hago énfasis en la palabra “programáticas”-. Tal y como están las cosas el próximo gobierno municipal será una minoría victoriosa con una votación muy inferior a la sumatoria de los votos de los demás candidatos, esto indica que de entrada tendrá a la mayoría del pueblo en su contra y esto es terreno fértil para caer en una ingobernabilidad precoz, la cual, principalmente, afecta a una población ansiosa por mejorar su calidad de vida y reencauzar el curso de su historia.
Andy Alexander Ibarra Ustariz
Columnista Villanueva mi@
(Twitter: @andyIU)
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