Suspicacia indígena

Al gobierno nacional debemos reconocerle su entera disposición de cambiar algunas cosas, de allí la cantidad de reformas constitucionales y proyectos ley que se han anunciado en distintas materias y que despiertan el optimismo generalizado en el país, entre otros temas: regalías, ordenamiento territorial, salud, justicia, victimas, tierras, desmonte gradual del cuatro por mil, reforma política, etc. Pero articulando las declaraciones dadas el pasado 24 de agosto por el Ministro de Hacienda, el Ministro de Interior y el Alcalde de Barranquilla, a diferentes medios como la W Radio, RCN Radio, El Tiempo y El Heraldo, resulta inevitable que se despierten algunas suspicacias (malicia indígena) sobre el futuro de la reforma a las regalías, la creación del fondo compensación regional y la presentación de la ley de ordenamiento territorial.

El Ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, gomelito él, al referirse al tema de la ley de ordenamiento territorial aludió a sus costos burocráticos, señalando que la región caribe puede ser un desperdicio de recursos, precisó: “Si uno piensa a grosso modo esto puede costar unos 100 mil millones de pesos al año, esa plata la Región Caribe la puede usar mejor, como para solucionar los problemas de La Mojana, que cada año presenta inundaciones” y añadió que departamentos como Sucre no estarían interesados en perder su autonomía para subordinarse a un gobierno regional central.

Casi simultáneamente, Germán Vargas Lleras, el Ministro estrella del actual gobierno, al referirse sobre el proyecto que crea el fondo de compensación y sobre el proyecto que reforma el régimen de regalías señaló que servirán para darle sustento financiero a las inversiones que se van a hacer en las regiones, pero además ejemplificó: "El departamento del Atlántico recibe en este momento cero pesos de regalías, Barranquilla recibe cero pesos de regalías a partir de la aprobación de estas iniciativas, hemos estimado que para el solo caso del Atlántico canalizaría recursos cercanos a los 450 mil millones de pesos en el primer año". Pero lo más grave es que algunas horas más tarde el señor Alex Char, Alcalde de Barranquilla (según El Heraldo) declaró: “El tema político de generar una gran gobernación del Caribe hay que dejarlo a un lado y debemos pensar en invertir y trabajar por la gente, por lo social”.

Los señores Ministros seguramente tienen muy claro que los 2 millones 502 mil votos en favor del denominado Voto Caribe es el resultado de la aplicación práctica del antiguo proverbio: “La unión hace la fuerza”; por ello, quieren aplicar el proverbio igualmente antiguo que busca contrarrestar al primero: “Divide y vencerás”. A otra conclusión no se puede llegar al observar como se recuerdan problemas graves y antiguos del departamento de Sucre que desde Bogotá no se han resuelto y como se anuncian nuevos recursos para la capital del Atlántico, todo esto contribuye a que los intereses colectivos de los costeños pasen a un segundo plano y por ende se debilite el sueño de unidad regional.

La misma carreta será repartida en pequeñas dosis por toda la costa, todo por que los centralistas desde hace exactamente 200 años comenzaron su lucha para no perder el poder. Las ilusiones y esperanzas que movilizaron el voto caribe el pasado el 14 de marzo de 2010, dirigidas a la creación de la región, comienzan a tomar un rumbo francamente desconcertante.

El panorama parece indicar que la creación del fondo de compensación regional será una realidad, se nutrirá de los recursos de regalías a la luz de la reforma que se tiene planteada, todo esto beneficiará a ciudades como Barranquilla que hoy no reciben recursos por conceptos de regalías. Por su parte, el proyecto de ley de ordenamiento territorial será presentado en una versión que no corresponde al imaginario inicial, estará desnaturalizado, su sepultura es casi inevitable porque los del interior hablarán de la “independencia” de los costeños, como lo hizo por Twitter el cachaquísimo Daniel Samper Ospina, todo ello, aun cuando saben muy bien que no es un movimiento independentista; o se continuará reforzando la idea despectiva de la excesiva “burocratización” de las regiones, pese a que el mismo artículo 307 de la Constitución Política habla de “órganos de administración” de las regiones. ¿Será que se imaginan unas regiones dirigidas desde Bogotá?

Pero lo peor de todo es que gracias al contentillo que significan los nuevos ingresos por concepto de regalías a las grandes urbes regionales, su dirigencia probablemente tragará entero y su atore no les permitirá hablar y defender con convicción la causa inicial.

Ahora queda por determinar claramente qué papel tiene la “Dama Guajira” en este juego de: pocos ponen, todos ganan.


Andy Alexander Ibarra Ustariz
Columnista Villanueva mi@