Después de escuchar el sermón del día Domingo y reflexionar sobre la palabra ofrecida para los creyentes católicos, tratando de asimilarla y ponerla en práctica, escuché en el noticiero de la vida cotidiana de nuestro país -no sé si fue que me lo soñé es lo más probable- que el Doctor Álvaro Uribe Vélez, Mesías de la Política Colombia y Creador, Rector y Mentor de todos los programas eternos que rigen los estamentos burócratas y corruptos de este país, realizaría una convocatoria con los más influyentes jerarcas de la Religión Católica para adelantar la Confesión de sus pecados aprovechando estos días sagrados y de ayuno para purificar su alma y su conciencia.
Inicia su periplo con Monseñor Pedro Rubiano Sáenz, como es de entenderse a nuestro máxime representante de la arrogancia y el irrespeto no se le puede atender en un confesionario normal, monseñor lo invitó a pasar a su despacho privado no sin antes recalcarle al humilde feligrés que tenía que acatar las órdenes de la iglesia para este acto respetuoso –“debes apagar el celular, debes desconectar el Twitter y ante todo no puedes asumir la actitud de que tus pecados son compartidos, ejemplo, Si el programa de Agro Ingreso Seguro fue creado en tu Gobierno, no le vayas a enchutar el pecado al Doctor Andrés Felipe”-, cosas así por el estilo le recomendó, quien lo creyera en ese momento se acabó lo que aun no había iniciado, concluyó el ex mandatario que él no podía asumir pecados en los cuales el solo dio la idea, no contento llamo al Pincher Arias y le preguntó que si ya había sido sujeto de confesión para que en su lista incluyera ese pecado y se lo eliminaran a él.
Airoso como acostumbra salir de todos los cuestionamientos llamó a José Obdulio y le comentó el insuceso generado con Monseñor manifestando que le quieren endilgar pecados ajenos a su administración en lo que respecta a la autoría material, su insigne asesor le aconsejó buscar al Padre Alberto Linero, que el man tiene hasta un programita en internet que expide un certificado de indulto y las penitencias a desarrollar en el caso de verse afectado.
Se dirige a la ciudad de Barranquilla y después del alboroto que despierta el Ex Presidente entre tanto desmovilizado y tanto beneficiario de Agro Ingreso Seguro, llegó a la Catedral donde se tenían los dispositivos necesarios para la tan anunciada Confesión iniciando el preámbulo con las normas mínimas exigidas por la iglesia, apagar el celular y desconectar el Twitter, al momento de iniciar la confesión el Padre Alberto con la jocosidad que lo caracteriza le manifiesta a nuestro pre arrepentido (o sea, antes de arrepentirse) lo siguiente, -“bacán vamos a enfocar la confesión en el siguiente aspecto, no iniciemos con decir que este pecado no lo cometí yo porque el que firmó la resolución fue Fabio Valencia o el Alto Comisionado, o fulanito, si tienes vocación de arrepentimiento asume tus propias responsabilidades porque en mi aplicativo no hay acceso a los pecados compartidos.”
Comenzó el relato y lo único que manifestaba el mesías es que le daba mucha tristeza tantas víctimas de la violencia generada por los Paramilitares, que tenía mucha pena con tanta corrupción generada por sus colaboradores, que sentía mucha vergüenza por la forma como le adjudicaron a sus hijos la zona franca y ante todo que no podía dormir tranquilo hasta que no lograra madurar a Enrique Peñaloza para montarlo de alcalde en Bogotá (llámese madurar al termino de convertir lo verde en rojo) en ese momento se le salto la piedra al Padre Alberto al ver el cinismo de esa confesión y le manifiesta lo siguiente: -“hermano, yo como sacerdote de la iglesia estoy en la obligación de escucharlo, tratar de orientarlo si usted asume sus responsabilidades, pero ni guevòn que fuera para creerle todo lo que me acaba de confesar, esperemos el certificado que expide mi programita de internet y miramos su estado”-, cuando el man le hunde el botoncito de procesar al aplicativo se bloquea el sistema y sale un recuadro donde dice, “Excede el numero de caracteres aceptado en los pecados normales de un hermano católico y adicional al reporte no se necesita ser una máquina para creerle tanta falsedad junta”, en el último renglón del reporte se alcanzaba a leer el siguiente texto, “Es mejor que se mire a un espejo y logre articular su rostro con cada pecado confesado para ver qué cara hace usted mismo”.
Una reflexión ante tanta noticia triste y dolorosa en estos últimos días, un poco de jocosidad para exponer este tema y ante todo mucho respeto por los jerarcas de nuestra iglesia católica, con el cariño y el respeto de siempre.
Raymon Guillermo Sales Contreras
Columnista Villanueva mi@
Inicia su periplo con Monseñor Pedro Rubiano Sáenz, como es de entenderse a nuestro máxime representante de la arrogancia y el irrespeto no se le puede atender en un confesionario normal, monseñor lo invitó a pasar a su despacho privado no sin antes recalcarle al humilde feligrés que tenía que acatar las órdenes de la iglesia para este acto respetuoso –“debes apagar el celular, debes desconectar el Twitter y ante todo no puedes asumir la actitud de que tus pecados son compartidos, ejemplo, Si el programa de Agro Ingreso Seguro fue creado en tu Gobierno, no le vayas a enchutar el pecado al Doctor Andrés Felipe”-, cosas así por el estilo le recomendó, quien lo creyera en ese momento se acabó lo que aun no había iniciado, concluyó el ex mandatario que él no podía asumir pecados en los cuales el solo dio la idea, no contento llamo al Pincher Arias y le preguntó que si ya había sido sujeto de confesión para que en su lista incluyera ese pecado y se lo eliminaran a él.
Airoso como acostumbra salir de todos los cuestionamientos llamó a José Obdulio y le comentó el insuceso generado con Monseñor manifestando que le quieren endilgar pecados ajenos a su administración en lo que respecta a la autoría material, su insigne asesor le aconsejó buscar al Padre Alberto Linero, que el man tiene hasta un programita en internet que expide un certificado de indulto y las penitencias a desarrollar en el caso de verse afectado.
Se dirige a la ciudad de Barranquilla y después del alboroto que despierta el Ex Presidente entre tanto desmovilizado y tanto beneficiario de Agro Ingreso Seguro, llegó a la Catedral donde se tenían los dispositivos necesarios para la tan anunciada Confesión iniciando el preámbulo con las normas mínimas exigidas por la iglesia, apagar el celular y desconectar el Twitter, al momento de iniciar la confesión el Padre Alberto con la jocosidad que lo caracteriza le manifiesta a nuestro pre arrepentido (o sea, antes de arrepentirse) lo siguiente, -“bacán vamos a enfocar la confesión en el siguiente aspecto, no iniciemos con decir que este pecado no lo cometí yo porque el que firmó la resolución fue Fabio Valencia o el Alto Comisionado, o fulanito, si tienes vocación de arrepentimiento asume tus propias responsabilidades porque en mi aplicativo no hay acceso a los pecados compartidos.”
Comenzó el relato y lo único que manifestaba el mesías es que le daba mucha tristeza tantas víctimas de la violencia generada por los Paramilitares, que tenía mucha pena con tanta corrupción generada por sus colaboradores, que sentía mucha vergüenza por la forma como le adjudicaron a sus hijos la zona franca y ante todo que no podía dormir tranquilo hasta que no lograra madurar a Enrique Peñaloza para montarlo de alcalde en Bogotá (llámese madurar al termino de convertir lo verde en rojo) en ese momento se le salto la piedra al Padre Alberto al ver el cinismo de esa confesión y le manifiesta lo siguiente: -“hermano, yo como sacerdote de la iglesia estoy en la obligación de escucharlo, tratar de orientarlo si usted asume sus responsabilidades, pero ni guevòn que fuera para creerle todo lo que me acaba de confesar, esperemos el certificado que expide mi programita de internet y miramos su estado”-, cuando el man le hunde el botoncito de procesar al aplicativo se bloquea el sistema y sale un recuadro donde dice, “Excede el numero de caracteres aceptado en los pecados normales de un hermano católico y adicional al reporte no se necesita ser una máquina para creerle tanta falsedad junta”, en el último renglón del reporte se alcanzaba a leer el siguiente texto, “Es mejor que se mire a un espejo y logre articular su rostro con cada pecado confesado para ver qué cara hace usted mismo”.
Una reflexión ante tanta noticia triste y dolorosa en estos últimos días, un poco de jocosidad para exponer este tema y ante todo mucho respeto por los jerarcas de nuestra iglesia católica, con el cariño y el respeto de siempre.
Raymon Guillermo Sales Contreras
Columnista Villanueva mi@
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