“No soy de aquí ni soy de allá no tengo edad ni porvenir y ser feliz es mi color de identidad”, con esta frase de la canción “No soy de Aquí” del inmortal Facundo Cabral quiero recordar a ese personaje que alegró y despertó gran simpatía en todos los villanueveros en todas las generaciones: niños, jóvenes y adultos; el viejo Juanchito Jinete, fallecido en su natal curramba como si el destino lo llevara de nuevo a su tierra ancestral.
Solo recuerdo de ese tiempo de niñez cuando llego juanchi a mi pueblo el sueño que anhelaba de tener un equipo de futbol al que denominaría “Las Esquirlas de Oro”, ahí quedé bautizado por ese amigo que cada vez que tenía la oportunidad de saludarme me decía: “mi esquirla de oro, no se preocupe todavía hay tiempo para formar el equipo mientras haya vida hay esperanza.”
Se le dio a mi tía Margarita Rosalba Fuentes Contreras (chava) por abrir una heladería al lado del internado del colegio Santo Tomás de Villanueva, establecimiento que llevaría por razón social la Atarraya, epicentro de muchos jóvenes de la época y adolecentes que ya cursaban sus últimos grados en el Santo -o el aterrizaje como se le conocía en esa época- dirigido por el inolvidable y memorable Nicomedes Daza, ahí conocí mas a fondo las ilusiones y los proyectos del viejo Juanchi, quien lo iba a creer fue esta amistad la que me permitió conocer y referenciar al hoy famoso y grande del folclor Pedro (Peter) Manjarrez a quien su forma de jugar microfútbol causaba mucha gracia a juanchi porque le decía, gordo tu con ese cuerpo tan grande y te mueves con tanta facilidad en la cancha es de admirar, serás una esquirla mas de mi selección.
Como olvidar del viejo juanchi su destreza para brillar los carros, tengo entendido que fue el señor Lucas Dangond Cuadrado quien lo llevó a Villanueva y al lado de sus ejemplares hijos logró la relación necesaria para ganarse un espacio en los corazones de los villanueveros que siempre lo recordarán con el lema universal “Mi Sangre”, hoy con tristeza me entero de su fallecimiento por parte de mi hermano y amigo Andy Ibarra, hecho que sucedió en Barranquilla producto de una cirrosis hepática.
Viejo Juanchi, Dios me lo tenga en su gloria celestial, a esos insignes amigos que algún día le conocí y que siempre usted renombraba están de luto y tienen el corazón lleno de tristeza y melancolía por su partida, no volverán a escuchar sus fabulas costumbristas y soñadoras a las que siempre nos acostumbraba y ante todo el valor para defender siempre la amistad como un gran tesoro, hoy relaciono a dos que siempre fueron inmancables en sus relatos, Libardo López y Anais Ibarra, paz en su tumba viejo Juanchi, en el acetato de la vida y del folclor quedara grabado por siempre “Juanchito Binomio, Binomio Juanchito”.
Con el cariño y el respeto de siempre.
Raymon Guillermo Sales Contreras
Columnista Villanueva mi@
Imagen. www.villanueva24h.blogspot.com
Solo recuerdo de ese tiempo de niñez cuando llego juanchi a mi pueblo el sueño que anhelaba de tener un equipo de futbol al que denominaría “Las Esquirlas de Oro”, ahí quedé bautizado por ese amigo que cada vez que tenía la oportunidad de saludarme me decía: “mi esquirla de oro, no se preocupe todavía hay tiempo para formar el equipo mientras haya vida hay esperanza.”
Se le dio a mi tía Margarita Rosalba Fuentes Contreras (chava) por abrir una heladería al lado del internado del colegio Santo Tomás de Villanueva, establecimiento que llevaría por razón social la Atarraya, epicentro de muchos jóvenes de la época y adolecentes que ya cursaban sus últimos grados en el Santo -o el aterrizaje como se le conocía en esa época- dirigido por el inolvidable y memorable Nicomedes Daza, ahí conocí mas a fondo las ilusiones y los proyectos del viejo Juanchi, quien lo iba a creer fue esta amistad la que me permitió conocer y referenciar al hoy famoso y grande del folclor Pedro (Peter) Manjarrez a quien su forma de jugar microfútbol causaba mucha gracia a juanchi porque le decía, gordo tu con ese cuerpo tan grande y te mueves con tanta facilidad en la cancha es de admirar, serás una esquirla mas de mi selección.
Como olvidar del viejo juanchi su destreza para brillar los carros, tengo entendido que fue el señor Lucas Dangond Cuadrado quien lo llevó a Villanueva y al lado de sus ejemplares hijos logró la relación necesaria para ganarse un espacio en los corazones de los villanueveros que siempre lo recordarán con el lema universal “Mi Sangre”, hoy con tristeza me entero de su fallecimiento por parte de mi hermano y amigo Andy Ibarra, hecho que sucedió en Barranquilla producto de una cirrosis hepática.
Viejo Juanchi, Dios me lo tenga en su gloria celestial, a esos insignes amigos que algún día le conocí y que siempre usted renombraba están de luto y tienen el corazón lleno de tristeza y melancolía por su partida, no volverán a escuchar sus fabulas costumbristas y soñadoras a las que siempre nos acostumbraba y ante todo el valor para defender siempre la amistad como un gran tesoro, hoy relaciono a dos que siempre fueron inmancables en sus relatos, Libardo López y Anais Ibarra, paz en su tumba viejo Juanchi, en el acetato de la vida y del folclor quedara grabado por siempre “Juanchito Binomio, Binomio Juanchito”.
Con el cariño y el respeto de siempre.
Raymon Guillermo Sales Contreras
Columnista Villanueva mi@
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