Raymon Sales Contreras – Columnista. “El recuerdo es el
único paraíso del cual no podemos ser expulsados”. Jean Paul. Hoy escribo estas
letras con dolor y tristeza para evocar lo que fue terrenalmente la vida de Ana
Teotiste Rada Puche, la hija de Lola, la nieta de la vieja Teotiste, la mama de
Ángel Miguel y la madrina de Jorge Luis Ferro Granados, vida que se apagó
en la madrugada del fatídico 15 de Septiembre de 2013, en una discoteca del sur
de la ciudad de Bogotá.
Nació Ana en un hogar humilde pero lleno de muchos valores
e impecables principios, su mama, Dolores, quiso en agradecimiento por su
llegada honrar su nombre con el de sus abuelas maternas, así quedo registrada y
bautizada, hoy en las toldas celestiales de nuestro señor Jesús goza de la paz
celestial al lado de sus abuelos y tíos.
En tu vecindario siempre te recordaran como la niña
alegre, extrovertida y llena de ilusiones, que anhelaba y soñaba en convertirse
en una ejemplar Ingeniera de Petróleo, meta que solo pudo ser truncada con
la muerte absurda que la encontró en el lugar equivocado, el sitio donde
murieron todas sus esperanzas.
Recuerdo de Ana su ternura angelical y su inocencia de
niña mimada, su condición de única hija le permitió disfrutar de todos estos
privilegios, termino su bachillerato en uno de los mejores colegios de la
capital donde aprovecho el relacionamiento con sus compañeras para amasar la
fortuna más grande que puede tener un ser humano, sus verdaderos amigos,
situación ratificada por este servidor con motivo de su fallecimiento.
No solo su vida estuvo llena de brillo y esplendor, su
muerte genero diferentes reacciones por la forma como sucedieron los hechos y
sus compañeros de viaje que encontró en el sitio que la voluntad de Dios
dispuso para ella en su despedida, nunca pensó que el cubrimiento de los medios
de comunicación le dieran esa exclusividad por el fatal desenlace.
Nos quedamos con el dolor de tu partida, nos dejaste una
infinidad de gratos recuerdos y ante todo el fruto terrenal que Dios en su
perfección te regalo, Ángel Miguel, retrato vivo de tu nobleza, humildad y
ternura, está de luto el barrio, el pueblo y tu Universidad, pero ante todo los
corazones de todas aquellas personas que hicieron parte de tu proceso en tu
vida terrenal.
Con profundo respeto, admiración y cariño, resalto a todos
tus amigos y compañeros que acudieron a despedirte, a los paisanos sensibles y
solidarios que también sacrificaron su tiempo para tener una manifestación de
aprecio y consideración con tu ejemplar madre, hoy Jorge Luis se quedó sin su
madrina pero con la oportunidad de poner en práctica el legado lleno de
humildad, respeto y superación que siempre te caracterizo, con la
particularidad que tendrá en Ángel Miguel un fiel compañero, Dios te conceda el
descanso eterno.
Con el cariño y el respeto de siempre.
0 comentarios ¡Deja tu comentario aquí!:
Publicar un comentario