Quien estas líneas te escribe, ha sido un admirador tuyo por todo lo que le has aportado a la música vallenata. De los compositores extraordinarios que más le has dado a los seguidores de nuestra música colombiana. Te has convertido en un icono del canto y de la composición. Tu cadencia y tu deje música así lo confirman. Has sido el cantautor que mas venta ha tenido en la historia del vallenato. Has sido un filósofo en todo el sentido estricto de la palabra. Y revolucionaste al vallenato en todas las esferas sociales. Tu música se convirtió en la anestesia de los problemas sociales de nuestro país y en el elixir de la vida y la propia existencia de los huérfanos de corazones y del abandono secular de la sociedad colombiana.
Pero, ¿Qué te ha pasado? ¿Por qué has caído tan bajo en el aspecto personal y en el aspecto musical? Si Dios te dio dos talentos extraordinarios: El de componer y el de cantar. ¿Y por qué has abandonado esos talentos, que han sido tu bendición aquí en la tierra? ¿Que te ha pasado Diomedes? ¿Que te ha pasado amigo mío? Tú que eras el estandarte de la quimera musical, tiene decepcionado a muchos de tus seguidores. Tienes triste a tu Colombia amada. Tienes triste a la gente que te admira y te quiere. Tienes tristes a esos corazones que los volvías locos con tu música. Pero, ¿Que te ha pasado?.
¿Acaso te dejaste embriagar por el Boom de la fama y del estrellato y por el boom falso de unos amigos, que no eran tus amigos? Esa es parte de tu realidad. Cuantos amigos que no eran, cuantos abrazos que se esfumaron, cuantos lagartos en la música, que tú hiciste grande. Cuanta alegría, jolgorio y fantasía, pero hoy de eso casi nada queda y tú lo sabes. Diomedes, te has ido quedando solo. Los amigos que no eran tus amigos, que lo que han hecho es perjudicarte en gran parte. Tú eras el panal y la miel y esos amigos solo buscaban en ti, el panal y la miel. Los amigos que no eran tus amigos, con contadas excepciones muy pocos te quedan. Te buscaban por tus dotes y te explotaban por eso. Cuántos de esos que vivieron a costilla tuyas, pero hoy ya no están. ¿Dónde están esos lambiscones y los consejeros, que no daban consejos, sino que buscaban a través de ti, como vivir el momento? Esos malos consejeros ya no te asesoran, esos que te decían que tú eras el dueño del mundo y tú lo creías.
¿Y dónde está ese muchacho humilde que vivió y estudio en Villanueva, en el Liceo Colombia, del profesor Peñaloza? ¿Y de ese muchacho que vendía peto y arepas de su vieja querida, allá en el Hormigueral, donde esté ese reflejo del pasado? Pero a los que te apreciamos y te admiramos de verdad, como una gloria del folclor, si nos duele lo que está sucediendo. Y vuelve a nuestra memoria los momentos de gloria y de triunfo que le has dado a la música vallenata.
Y como un reflejo de la gloria del Señor, recibiste de la Academia de la Música Latina, el pasado 11 de Noviembre el Grammy Latino con tu producción listo pa’ la foto. Premio más que merecido a todo lo que has aportado a nuestra música y con tu humildad (que bien) lo recibiste vía internet y medios de comunicación en tu tierra, La Junta, quien te hizo grande y te vio partir una mañana cualquiera a conquistar el mundo, y tú lo conquistaste, pero la fama y la gloria te hicieron pasar los momentos más difíciles de tu vida. Y con esta victoria que Dios te ha dado y tu hermosa Virgen del Carmen, es bueno que hagas una reflexión de tu vida, porque estas a tiempo y si tu lo quieres y le obedeces al creador, la fama y el reconocimiento de toda Colombia, te volverá a sonreír y tu fanaticada que continua ahí, ya no en la misma proporción, pero sí con mucha fidelidad, se sentirá orgullosa de ti, para que vuelvas a ser el ídolo de la música vallenata y el más grande entre los grandes. Tú tienes la última palabra y un acto de contrición en tu vida, dará la victoria final.
Y como si voláramos a través del tiempo, hacia el pasado, ¿Te acuerdas cuando Rafael Orozco y Emilio Oviedo, gravan tu primer éxito? “Cariñito de mi vida” y allí usaste por primera vez, el seudónimo “ Cacique de la Junta”, pero los años demostrarían que no solo te convertirías en el Cacique de la Junta, sino Cacique del Folclor Vallenato; y viene a nuestra mente, tu primera producción musical, con el rey vallenato Nafer Duran, corría el año de 1976 y ya te imponías con un tema de tu autoría “Chanchullito”; apenas comenzabas a caminar por el sendero del éxito. Y luego cuando gravaste con el también rey de la leyenda, Alberto “El Debe” López, con aquella canción famosa que comenzó a darte a conocer: El de la ventana marroncita. ¿Te acuerdas? Fue Pablo López quien te presentó a Gabriel Muñoz en casa de Temis López de Canales, allá en la Paz y ahí se selló tu unión con el siempre recordado “Debe “ Y te vinculaste a la CBS, que más tarde tomó el nombre de SONY MUSIC.
Y luego cuando hiciste aquella producción musical para la historia: La Locura, con otro grande, el siempre recordado “ Juancho” Rois. Eso fue fenomenal, tú y él fueron dos niños grandes, que hicieron grande al folclor. Dos reyes de la melodía que todavía se sienten en lontananza. “Juancho” fue para ti, tu mejor amigo y tu mejor compañero. Si “Juancho” no hubiera fallecido, de seguro Diomedes, no estuvieras pasado por los malos momentos en tu arte musical y en tu vida personal. Y tú sabes que es verdad todo esto. Tú a “Juancho” lo oías, tú le hacías caso, tú lo lloraste en silencio. Con la muerte de “Juancho”, perdió el folclor y perdiste a uno de tus mejores amigos, que junto con Álvaro Alcides Álvarez, Gustavo Gutiérrez Maestre y Jaime Araujo Cuello, han sido los mejores amigos que has tenido. Los demás han sido como el panal, pura fantasía. Luego te uniste a un niño, Iván Zuleta, de las grandes dinastías del vallenato y mostraste todo tu talento. El pueblo sanjuanero te perdonó, por no haber asistido al sepelio de tu compañero “Juancho Rois”. Con la unión con Iván Zuleta demostraste nobleza. Demostraste que eras un ídolo de nuestra música vernácula.
Con el rey de reyes, Nicolás “Colacho” Mendoza, viviste tu mejor época musical. De acuerdo a los expertos vallenatologos, fue donde mejor has cantado. Tu voz melodiosa cogía los altibajos del acordeón de una manera sin igual: de un don mayor, subías a un si menor. ¿Te acuerdas de todo esto? Tu garganta era prodigiosa. Ya la fama subía y te mantenías con un excelente profesional. No habías perdido la humildad y mantenías los pies sobre la tierra. A pesar de ello, el combo de los falsos amigos ya comenzaban a dañarte, ya se notaba las malas influencias y producto de ello fue quizás tu separación de un señor del acordeón, el gran Nicolás Elías. Después vino tu unión tempranera con Gonzalo “El Cocha” Molina. ¿Te acuerdas? Te uniste a un pelao y lo dejaste siendo un profesional. Ya eras dueño de una gran fanaticada. Ya comenzabas a ser grande en la tierra de promisión.
Ya en la cima, hiciste la mejor jugada del ajedrez musical. La unión tuya con “Juancho” Rois. ¡Qué verraquera! ¡Unión fenomenal! Donde diste lo mejor de tu repertorio. Fue la mejor unión del vallenato que ha dado las más hermosas melodías. Ya tú eras el verdadero ídolo, de la música vallenata. Ya eras la voz líder. Ya recibías, el remoquete del “monstruo” de la música del Cacique Upar. Con la producción musical “Título de amor”, vendiste un millón cuatrocientas mil copias, cosa que hasta ahora ningún artista de este género ha podido superar.
Luego produciste un gran trabajo con “Juancho” De la Aspriella y como todo lo bueno, ese trabajo musical perdura en el tiempo. Luego con el Coronel Franco Arguelles, “experiencias vividas “fue catalogado con algo excelente y fuera de serie. Luego volviste con el joven de la dinastía Zuleta, Iván, con quien hiciste una gran llave musical, en el canto, en la decima y en el acordeón. Hoy con el rey vallenato Alvarito López, has dado una producción que ha merecido el Grammy Latino y con el trabajo que viene, el camino iluminado que te tiene Dios, te dará los frutos del saber y del conocimiento y la sabiduría inspirada por el Todopoderoso te dará la victoria final en bien de la música vallenata y en bien de tu vida personal. ¡Que así sea!
Hernán Baquero Bracho
Columnista Villanueva mi@
Pero, ¿Qué te ha pasado? ¿Por qué has caído tan bajo en el aspecto personal y en el aspecto musical? Si Dios te dio dos talentos extraordinarios: El de componer y el de cantar. ¿Y por qué has abandonado esos talentos, que han sido tu bendición aquí en la tierra? ¿Que te ha pasado Diomedes? ¿Que te ha pasado amigo mío? Tú que eras el estandarte de la quimera musical, tiene decepcionado a muchos de tus seguidores. Tienes triste a tu Colombia amada. Tienes triste a la gente que te admira y te quiere. Tienes tristes a esos corazones que los volvías locos con tu música. Pero, ¿Que te ha pasado?.
¿Acaso te dejaste embriagar por el Boom de la fama y del estrellato y por el boom falso de unos amigos, que no eran tus amigos? Esa es parte de tu realidad. Cuantos amigos que no eran, cuantos abrazos que se esfumaron, cuantos lagartos en la música, que tú hiciste grande. Cuanta alegría, jolgorio y fantasía, pero hoy de eso casi nada queda y tú lo sabes. Diomedes, te has ido quedando solo. Los amigos que no eran tus amigos, que lo que han hecho es perjudicarte en gran parte. Tú eras el panal y la miel y esos amigos solo buscaban en ti, el panal y la miel. Los amigos que no eran tus amigos, con contadas excepciones muy pocos te quedan. Te buscaban por tus dotes y te explotaban por eso. Cuántos de esos que vivieron a costilla tuyas, pero hoy ya no están. ¿Dónde están esos lambiscones y los consejeros, que no daban consejos, sino que buscaban a través de ti, como vivir el momento? Esos malos consejeros ya no te asesoran, esos que te decían que tú eras el dueño del mundo y tú lo creías.
¿Y dónde está ese muchacho humilde que vivió y estudio en Villanueva, en el Liceo Colombia, del profesor Peñaloza? ¿Y de ese muchacho que vendía peto y arepas de su vieja querida, allá en el Hormigueral, donde esté ese reflejo del pasado? Pero a los que te apreciamos y te admiramos de verdad, como una gloria del folclor, si nos duele lo que está sucediendo. Y vuelve a nuestra memoria los momentos de gloria y de triunfo que le has dado a la música vallenata.
Y como un reflejo de la gloria del Señor, recibiste de la Academia de la Música Latina, el pasado 11 de Noviembre el Grammy Latino con tu producción listo pa’ la foto. Premio más que merecido a todo lo que has aportado a nuestra música y con tu humildad (que bien) lo recibiste vía internet y medios de comunicación en tu tierra, La Junta, quien te hizo grande y te vio partir una mañana cualquiera a conquistar el mundo, y tú lo conquistaste, pero la fama y la gloria te hicieron pasar los momentos más difíciles de tu vida. Y con esta victoria que Dios te ha dado y tu hermosa Virgen del Carmen, es bueno que hagas una reflexión de tu vida, porque estas a tiempo y si tu lo quieres y le obedeces al creador, la fama y el reconocimiento de toda Colombia, te volverá a sonreír y tu fanaticada que continua ahí, ya no en la misma proporción, pero sí con mucha fidelidad, se sentirá orgullosa de ti, para que vuelvas a ser el ídolo de la música vallenata y el más grande entre los grandes. Tú tienes la última palabra y un acto de contrición en tu vida, dará la victoria final.
Y como si voláramos a través del tiempo, hacia el pasado, ¿Te acuerdas cuando Rafael Orozco y Emilio Oviedo, gravan tu primer éxito? “Cariñito de mi vida” y allí usaste por primera vez, el seudónimo “ Cacique de la Junta”, pero los años demostrarían que no solo te convertirías en el Cacique de la Junta, sino Cacique del Folclor Vallenato; y viene a nuestra mente, tu primera producción musical, con el rey vallenato Nafer Duran, corría el año de 1976 y ya te imponías con un tema de tu autoría “Chanchullito”; apenas comenzabas a caminar por el sendero del éxito. Y luego cuando gravaste con el también rey de la leyenda, Alberto “El Debe” López, con aquella canción famosa que comenzó a darte a conocer: El de la ventana marroncita. ¿Te acuerdas? Fue Pablo López quien te presentó a Gabriel Muñoz en casa de Temis López de Canales, allá en la Paz y ahí se selló tu unión con el siempre recordado “Debe “ Y te vinculaste a la CBS, que más tarde tomó el nombre de SONY MUSIC.
Y luego cuando hiciste aquella producción musical para la historia: La Locura, con otro grande, el siempre recordado “ Juancho” Rois. Eso fue fenomenal, tú y él fueron dos niños grandes, que hicieron grande al folclor. Dos reyes de la melodía que todavía se sienten en lontananza. “Juancho” fue para ti, tu mejor amigo y tu mejor compañero. Si “Juancho” no hubiera fallecido, de seguro Diomedes, no estuvieras pasado por los malos momentos en tu arte musical y en tu vida personal. Y tú sabes que es verdad todo esto. Tú a “Juancho” lo oías, tú le hacías caso, tú lo lloraste en silencio. Con la muerte de “Juancho”, perdió el folclor y perdiste a uno de tus mejores amigos, que junto con Álvaro Alcides Álvarez, Gustavo Gutiérrez Maestre y Jaime Araujo Cuello, han sido los mejores amigos que has tenido. Los demás han sido como el panal, pura fantasía. Luego te uniste a un niño, Iván Zuleta, de las grandes dinastías del vallenato y mostraste todo tu talento. El pueblo sanjuanero te perdonó, por no haber asistido al sepelio de tu compañero “Juancho Rois”. Con la unión con Iván Zuleta demostraste nobleza. Demostraste que eras un ídolo de nuestra música vernácula.
Con el rey de reyes, Nicolás “Colacho” Mendoza, viviste tu mejor época musical. De acuerdo a los expertos vallenatologos, fue donde mejor has cantado. Tu voz melodiosa cogía los altibajos del acordeón de una manera sin igual: de un don mayor, subías a un si menor. ¿Te acuerdas de todo esto? Tu garganta era prodigiosa. Ya la fama subía y te mantenías con un excelente profesional. No habías perdido la humildad y mantenías los pies sobre la tierra. A pesar de ello, el combo de los falsos amigos ya comenzaban a dañarte, ya se notaba las malas influencias y producto de ello fue quizás tu separación de un señor del acordeón, el gran Nicolás Elías. Después vino tu unión tempranera con Gonzalo “El Cocha” Molina. ¿Te acuerdas? Te uniste a un pelao y lo dejaste siendo un profesional. Ya eras dueño de una gran fanaticada. Ya comenzabas a ser grande en la tierra de promisión.
Ya en la cima, hiciste la mejor jugada del ajedrez musical. La unión tuya con “Juancho” Rois. ¡Qué verraquera! ¡Unión fenomenal! Donde diste lo mejor de tu repertorio. Fue la mejor unión del vallenato que ha dado las más hermosas melodías. Ya tú eras el verdadero ídolo, de la música vallenata. Ya eras la voz líder. Ya recibías, el remoquete del “monstruo” de la música del Cacique Upar. Con la producción musical “Título de amor”, vendiste un millón cuatrocientas mil copias, cosa que hasta ahora ningún artista de este género ha podido superar.
Luego produciste un gran trabajo con “Juancho” De la Aspriella y como todo lo bueno, ese trabajo musical perdura en el tiempo. Luego con el Coronel Franco Arguelles, “experiencias vividas “fue catalogado con algo excelente y fuera de serie. Luego volviste con el joven de la dinastía Zuleta, Iván, con quien hiciste una gran llave musical, en el canto, en la decima y en el acordeón. Hoy con el rey vallenato Alvarito López, has dado una producción que ha merecido el Grammy Latino y con el trabajo que viene, el camino iluminado que te tiene Dios, te dará los frutos del saber y del conocimiento y la sabiduría inspirada por el Todopoderoso te dará la victoria final en bien de la música vallenata y en bien de tu vida personal. ¡Que así sea!
Hernán Baquero Bracho
Columnista Villanueva mi@
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