Luigi, una Marca registrada de Calidad y Excelencia

5/11/10

“Perdóname Dios mío yo nadie soy para censurarte, renegué resentido cuando a mí Luigi te llevaste”, Luis Andrés Colmenares Escobar, por siempre vivirás en nuestros corazones. 20 años que nos permitieron gozar de la originalidad, respeto, dedicación, armonía, familiaridad, esfuerzos, carisma, perseverancia, juventud, alegría y ante todo la formación de uno de los más grande prospectos generacionales que Villanueva haya parido y que Bogotá haya formado, nace del vientre bendito de la majestuosa y hoy entristecida Oneida Luz Escobar Gil, ejemplar único y excepcional que emerge de la sombra terrenal del árbol familiar de Luis Alonso Colmenares Rodríguez, quienes al lado de Jorge Luis “yoyo”, formaron hasta el domingo 31 de Octubre una familia admirada y dedicada a seguir construyendo esa comunidad que se engalanaría siempre con el impecable comportamiento y pura expresión de nuestro hijo que hoy Dios se lleva como parte de su Santa Voluntad.

Nace Luis Andrés, en el barrio Galerías de Bogotá, rodeado del cariño de esa gran familia que hasta el último minuto de su existencia, gozaban de ese orgullo por ser el primogénito del matrimonio Colmenares Escobar, recuerdo su evolución y crecimiento como un niño tranquilo y carismático para conseguir adeptos, se robaba todas las miradas por sus impecables ojos y su transparente y tierna sonrisa, revoleteando en esa sala amplia que formaba su hogar capitalino se estrellaba en ocasiones con el baúl de recuerdos que en ocasiones adornaba su espacio de esparcimiento, con ellos emanaban del entorno 2 figuras que representaron para él una tranquilidad y seguridad para custodiar lo que posteriormente convertiría su personalidad e identidad en ese joven portentoso lleno de metas y proyectos, Pedro Luis Daza Ortiz y mi persona, Raymon Guillermo Sales Contreras, hoy con el alma y el corazón destrozado por tu anticipada partida.

Inicia un proceso de crecimiento que lo lleva a convertirse con el esfuerzo de sus padres en ejemplar bachiller del Liceo Cervantes de la capital, con honores se despide de esa institución dejando marcada la huella de los grandes y originales baluartes que prosiguen en la aventura de hacer realidad sus sueños, los tuyos, ser Ingeniero Industrial y Economista, para esta proeza seria la Universidad de los Andes la afortunada de engalanar sus aulas académicas con la capacidad, conocimiento, responsabilidad, dedicación y grandes valores, esos que le inculcaron tus abuelos Flor Gil y Andrés Escobar.

Se truncan tus sueños porque la voluntad de Dios está por encima de la existencia terrenal, hoy con tristeza nos corresponde aceptar este mandamiento, compartir este dolor, aceptar este vacío de tu existencia, pero nunca podremos olvidar tu obra y majestuosidad de persona, eso solo lo podemos experimentar de ahora en adelante en nuestras vidas, es la continuidad al legado grande e infinito que nos dejas, porque es imposible olvidarte.

Tus maestros que gozaron de ese crecimiento personal y espiritual hoy dan gracias al todopoderoso por haber tenido un servidor como tú, con tantas ganas de triunfar, de progresar, de servir y ante todo de vivir, como homenaje póstumo a tu memoria, resalto a tus padres ejemplares, a tu familia excepcional y ante todo a esos muchachos que te abrieron la senda que tu magistralmente seguiste, tu hermano Ricardo Vargas “dindo”, Adrian y Andy Ibarra Ustariz, tus tíos Ulises y Pedro Colmenares, y todos que hicimos parte de ese proceso que hoy culmina con tu fatídica partida, se apago la luz de tu ser, nos queda la luz de tu madre, se acabaron las horas marcadas por el reloj de tu vida terrenal pero se multiplica la existencia terrenal de tu hermano, se queda un puesto solo en la facultad de Ingeniería pero se amplían los espacios de las aulas de nuestros corazones, adiós Luigi, Dios asista tu alma en su trono celestial.

A Oneida, Jorge Luis y Luis Alonso, gracias por haberme permitido pertenecer a ese entorno familiar que solo se construye con ganas, perseverancia, dedicación y unión familiar, es mi despedida para Luis Andrés.

Con el cariño y el respeto de siempre,

Raymon Guillermo Sales Contreras
Columnista Villanueva mi@

2 comentarios ¡Deja tu comentario aquí!:

  1. Tricia Deluquez dijo...:

    Es muy triste encontrar en universidades prestigiosas de Colombia personas que carecen de valores morales, que usan su mente maquiavelica para arrebatarle la vida a personas ejemplares como este hermano de nuestra hermosa tierra la Guajira Dios perdona a esas personas irracionales que hacen daño no solo a una familia, a una sociedad, solo Diosito te pido mucha fortaleza para la señora Onedia porque el dolor de madre es infinito, es irremplazable, pero tambien Diosito pido que se haga justicia pronto y que la impunidad no sea la sombra de este triste caso

  1. Fomadores UNES dijo...:

    Soy guajira pero vivo en Caracas. Estoy siguiendo minuto a minuto el desarrollo de este triste episodio de intolerancia y falta de respeto por la vida que ha hecho víctima a este joven, promesa de nuestra tierra. Muy duro aceptarlo y resignarse, aun para alguien que como yo, no conocía a este promisorio jóven, orgullo y devoción de su flia...pero hay que aceptarlo. No soy muy creyente así que no es Dios mi consuelo. Mi consuelo viene por el lado de que se haga justicia terrenal. Que los asesinos caigan uno a uno. Que el padre y la madre de este jóven tengan el valor y la fuerza para continuar una lucha muy pesada, como es la de, ademas de aceptar semejante dolor, encargarse de que los asesinos no queden impunes. Todos los guajiros debemos sostener esta lucha y apoyar a esta flia. Cada uno a su modo. Por mi parte, mantendré una vela roja en el altar de mi corazón, con una llama ardiendo para que la justicia brille. Desde acá, estoy con uds. Mi página de facebook es una trinchera diaria de denuncia para este caso. Hasta que haya justicia.

 
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