Un Músico bendecido por Dios

El Papa se le llama al máximo jerarca de la Iglesia Católica, y pastor es el nombre que se le da en la Biblia al que guía y dirige sus ovejas; pero aquí en Villanueva, en el Barrio el Cafetal, específicamente en la calle 9, hay un músico por excelencia que lleva esos dos nombres. Uno por el querer de la gente y el otro por el apellido de su padre. Ese es Luis Ángel Pastor Churio (el “Papa” Pastor).

Nacido de un hogar ejemplar, humilde, trabajador y de gran respeto hacia sus mayores. Por eso ese hogar a todos nos seduce. Desde su niñez reveló gran vocación por la música, tanto así que a los cinco años de edad le pidió al niño Dios de regalo una flauta; a los doce años le pidió una guitarra, que se la compró su papá Jorge Pastor (Alambrito) y fue el punto de partida de su historia musical como bajista y guitarrista a cargo de sus primeros profesores, como lo fueron Javier Romero Gil y Limedes Romero, convirtiendo la zapatería del “Pollo” Miranda en su sitio de reunión para prácticas y grabar sus casetes con sus amigos de infancia, que nunca olvida, como lo son Wilfredo “el Pipi” Miranda, “Liba 2000”, Julián Bula, Albertico Felizzola y Miselito Balcázar, que todos los diciembres cuando viene los visita y saluda con el mismo cariño de siempre.

Villanueva siempre ha sido uno de los más firmes soportes de la cultura y de la alegría de la Costa siendo Luis Ángel Pastor Churio (“El Papa”) uno de sus más fervientes bajistas y guitarristas que a la edad de 16 años, por sus virtudes, fue llamado a integrar las filas de la universidad del vallenato, como lo es el Binomio de Oro, en la que permaneció cinco años. De ahí en adelante labró su propio camino para no quedarse empírico, e ingresando a Bellas Artes en la ciudad de Barranquilla y luego en el Conservatorio de la Universidad Nacional de Bogotá, convirtiéndose en el único bajista y guitarrista internacional que tiene el vallenato, al grabar con Gloria Estefan, además de que hace más de diez años hace parte de la agrupación del samario Carlos Vives.

La fama es el supremo juez que depura las amistades y los valores en la vida; pero en el caso del “Papa” no; pues es un hombre que nunca se ha embriagado, que sabe cómo ganar amigos, que tiene una excelente forma de ser, bueno con los demás, siempre regalando una sonrisa y un saludo cada vez que nos lo encontramos.

Hoy en día es un insigne servidor de Dios; hijo ejemplar; buen hermano, que con su hermana Elizabeth Pastor, la famosa “Mama” forman un dúo de hijos para engrandecer el seno del hogar conformado por doña Fenis Churio y Jorge Pastor, a quienes toda la vida los he llevado enganchados en mi corazón e insertados en mi propia alma, y con quienes he mantenido una gran amistad toda la vida, y hoy por hoy lo repito con mucha satisfacción, que “el Papa”, mi vecino, tiene un alma noble en un corazón intrépido, un orgullo villanuevero, capaz de acciones magnas con desprendimiento de lo material y sacrificio por sus valores.

Jorge Mario López Núñez
Columnista Villanueva mi@