Ilusiones Perdidas

No se que produce mas dolor ante la muerte (Esa mensajera inerme, carente de sentimientos y de sentidos y que no mide sueños, edades, bondad o maldad, solo que llega sin avisar), si la impotencia, si la ira o la rabia algunas veces, el sentimiento de culpa o el aceptar que el único dueño de la vida es DIOS y como EL nos creo, EL también nos toma cuando menos lo imaginamos y algunas veces-las mas- estamos preparados para la partidas de nuestros seres queridos, como por alguna enfermedad o por cuestiones de tiempo cumplido aquí en la tierra y sin embargo cuando esa muerte llega, y así estemos preparados, nos duele y nos acongoja la partida del ser amado, llámese Madre, Padre, Hermanos, Hijos o Tíos, pero cuando esa mensajera aparece en plena juventud, en la construcción de sueños y metas de un futuro promisorio, ahí si duele mas y es cuando los sentimientos que salen de los mas profundo de nuestro ser y queremos gritar a todo pulmón ese dolor que nos embarga y nos entristece el alma y nos vuelve débiles ante la perdida de un ser querido y en este caso la perdida irreparable de un hijo en plena juventud, es cuando duele mas y nos volvemos impotentes ante ese dolor inmenso y las lagrimas brotan como manantial de agua viva, buscando una respuesta del creador.

Y eso es lo que le esta sucediendo y ha sentido nuestro amigo Luís Alonso Colmenares Rodríguez, una de las mejores reservas morales y profesionales con que cuenta Villanueva, este rinconcito de la Patria que ha dado tantas cosas buenas. La perdida de su hijo Luís Andrés Colmenares Escobar (Uno de los nietos consentido y querido de sus abuelos Andrés Escobar y Flor Gil) en un absurdo accidente , que todavía no se le encuentra explicación, ocurrido en Bogota en plena zona Rosa, en la calle 87 con carrera 15, la noche del sábado 30 de Octubre, en plena juventud a sus 19 años cumplidos y con un futuro por delante, de un joven con sueños, con metas y demostrando ser un piloso estudiante de la Universidad de los Andes con dos carreras a cuestas.. Ingeniería Industrial Y Economía y ambas con seis semestre por finalizar este año, lo deja a uno estupefacto y lleno de interrogantes, sin respuestas validas y una confusión de sentimientos en su padre, en su madre-Oneida Escobar Gil de Colmenares- en su hermano Jorge, en sus Abuelos, en sus Tíos, en sus Primos y en general en la población Universitaria y Villanuevera donde era muy apreciado y querido.

En sus exequias del pasado Miércoles tres de Noviembre en la Iglesia Santo Tomas de Villanueva, se sintió el dolor, la tristeza, la nostalgia y los recuerdos se revoletearon en la cabeza de sus seres queridos y ante miles de Villanueveros que le dieron el ultimo adiós a un joven que estaba en la plenitud de la vida, y esa mensajera inerme se los arrebató de manera sorpresiva. Allí en el recinto de la Iglesia, el sacerdote Elkin dio una homilía de lo que representa la muerte, el puente que se forma entre lo espiritual y lo terrenal; allí la Personera Municipal Luz Amparo Cruz Barreto le rindió honores póstumo al joven Luís Andrés y su hermano Jorge le dio las gracias a todos por acompañarlos en estos momentos de dolor y su padre, el exsubcontador General de la Nación, mi profesor en Uninorte, el gran catedrático por excelencia, cuando se dirigió a los presentes en medio de su dolor, mantuvo la cordura, con firmeza pero con tristeza agradeció a los presentes su solidaridad y eso si pidió mucha oración por ellos por el vacío que dejaba su hijo y de lo duro que estaba por venir.

Ilusiones perdidas, es lo que queda con la ausencia del joven universitario Luís Andrés Colmenares Escobar un estudiante piloso, egresado del Liceo de Cervantes y donde se destaco como Personero Estudiantil y que en vida tenia como mejor amiga a su madre y para los momentos complejos tenia a su padre y su padre que es exigente en la calidad de vida en lo competitivo que debe ser el humano y la vocación moral y la ética por encima de todo y de ahí que Luís Andrés estaba estudiando dos carreras al mismo tiempo con lujo de competencia, para con tesón y calidad demostrarle a su padre que en su hijo tenia cifradas las expectativas de la mejor herencia intelectual y todo eso se esfumo en un santiamén y de ahí las preguntas sin respuestas que el gran mariscal de la Cátedra, se hace a cada instante de la vida y acuda al gran consolador que es DIOS para que esas respuestas fluyan de lo mas profundo del mundo espiritual y solo les queda el recuerdo de su hijo a quien orgullosamente le enseño con Orgullo, los valores intrínsicos de lo que un ser humano debe desarrollar inherente a sus crecimiento personal y profesional.

Sus Abuelos Andrés y Flor y "Mamatoña" sienten esa ausencia, sus quince primos por el lado materno jamás lo podrán olvidar, sus tíos se sienten acongojados y su papá, mamá y hermano lo llevaron prendido por siempre en lo mas profundo de su corazón. La memoria de Luís Andrés será bendición eterna para la familia Colmenares Escobar. ¡Paz en su Tumba!

Hernán Baquero BrachoColumnista Villanueva mi@