“Mi Mary mujer tentadora sensual, boca encantadora capaz de hacerme olvidar dolores”, apartes de la canción “Mi Mary”, recuerdo eterno de una obra musical creada por el inolvidable maestro Joe Arroyo a una de las musas que más lo inspiró en su legado artístico.
Se encuentra alborotado otra vez el Panorama Nacional con las noticias relacionadas con las frecuentes demandas de la viuda del fallecido juglar y todo lo que tiene que ver con la comercialización de su imagen y sus obras, parece ser que tiene mucho peso lo manifestado por el escritor Mauricio Silva en su libro “Quien mató al Joe”, con todos los comportamientos asumidos por la señora Jacqueline Román, al parecer esta musa le causó muchos dolores al maestro más que los que le curó Mary Alonso, eterna compañera y amiga del inmortal músico según lo relata el mismo en su canción.
El Joe ya no está con nosotros, nos dejó un legado musical incalculable por su riqueza folclórica y cultural, no merecía morir tan pronto con relación a otros juglares de su estirpe, pero desafortunadamente nadie realizó un pronunciamiento cuando a través de los medios de comunicación tuvo la fortuna de ver el infierno que estaba viviendo, es posible encontrar en el dictamen de medicina legal la causa de su fallecimiento, pero nunca tendremos la certeza de saber que tanto sufrió el maestro, que aceleró su deprimente estado, observado por muchos Colombianos en el Show de Suso, no podía con su cuerpo, fue lamentable.
Dando conclusión a este relato pienso que el Joe le cumplió a Mary cuando en un estribillo de su canción le manifiesta, “Sí yo tuviera un palacio y mil millones a tus pies te los pondría mi Mary, pero yo soy un cantante de ilusiones, sólo canciones y amor te doy mi Mary”, eso fue lo que el maestro le dejó como legado porque parece que el palacio y los millones los quiere acaparar Jacqueline Ramón como para protagonizar una de esas Viudas Negras que muestran su casta al momento de convertir en plata todo lo que como legado haya dejado su inmortal esposo.
Estamos esperando esa contienda jurídica entre el portentoso y acreditado abogado Abelardo de la Espriella, representante de las hijas del Joe, contra la controvertida viuda del maestro Joe Arroyo en el tema del reconocimiento de sus hijas en las regalías y demás ingresos por los derechos del cantante, amanecerá y veremos, quedara siempre en el argot cotidiano que esa no era la intención del artista, enfrentar a su familia por los dividendos derivados de su obra, se habrán tomado la molestia de preguntarse como vemos los fanáticos del maestro estas acciones, al parecer no han respetado su memoria, la plata acaba hasta con los sentimientos.
Con el cariño y el respeto de siempre,
Raymon Guillermo Sales Contreras
Columnista Villanueva mi@
Se encuentra alborotado otra vez el Panorama Nacional con las noticias relacionadas con las frecuentes demandas de la viuda del fallecido juglar y todo lo que tiene que ver con la comercialización de su imagen y sus obras, parece ser que tiene mucho peso lo manifestado por el escritor Mauricio Silva en su libro “Quien mató al Joe”, con todos los comportamientos asumidos por la señora Jacqueline Román, al parecer esta musa le causó muchos dolores al maestro más que los que le curó Mary Alonso, eterna compañera y amiga del inmortal músico según lo relata el mismo en su canción.
El Joe ya no está con nosotros, nos dejó un legado musical incalculable por su riqueza folclórica y cultural, no merecía morir tan pronto con relación a otros juglares de su estirpe, pero desafortunadamente nadie realizó un pronunciamiento cuando a través de los medios de comunicación tuvo la fortuna de ver el infierno que estaba viviendo, es posible encontrar en el dictamen de medicina legal la causa de su fallecimiento, pero nunca tendremos la certeza de saber que tanto sufrió el maestro, que aceleró su deprimente estado, observado por muchos Colombianos en el Show de Suso, no podía con su cuerpo, fue lamentable.
Dando conclusión a este relato pienso que el Joe le cumplió a Mary cuando en un estribillo de su canción le manifiesta, “Sí yo tuviera un palacio y mil millones a tus pies te los pondría mi Mary, pero yo soy un cantante de ilusiones, sólo canciones y amor te doy mi Mary”, eso fue lo que el maestro le dejó como legado porque parece que el palacio y los millones los quiere acaparar Jacqueline Ramón como para protagonizar una de esas Viudas Negras que muestran su casta al momento de convertir en plata todo lo que como legado haya dejado su inmortal esposo.
Estamos esperando esa contienda jurídica entre el portentoso y acreditado abogado Abelardo de la Espriella, representante de las hijas del Joe, contra la controvertida viuda del maestro Joe Arroyo en el tema del reconocimiento de sus hijas en las regalías y demás ingresos por los derechos del cantante, amanecerá y veremos, quedara siempre en el argot cotidiano que esa no era la intención del artista, enfrentar a su familia por los dividendos derivados de su obra, se habrán tomado la molestia de preguntarse como vemos los fanáticos del maestro estas acciones, al parecer no han respetado su memoria, la plata acaba hasta con los sentimientos.
Con el cariño y el respeto de siempre,
Raymon Guillermo Sales Contreras
Columnista Villanueva mi@