Uribe, entre la realidad y la ficción

Parece que no son tan reales todos los episodios desarrollados en los dos periodos presidenciales de nuestro ejemplar e incuestionable Doctor Álvaro Uribe Vélez, famoso por ofender a través de las redes sociales a todo el que se le antoje desde la soberanía Nacional, involucrando al pueblo Colombiano con sus declaraciones y no contento con su proceder incita a la violencia expresiva de quienes tienen una opinión diferente a su tradicional manera de imponer las suyas.

Recuerdo que en ocasiones uno manifestaba como hizo el gobierno anterior para desmovilizar tanta gente y cuál sería el gancho para que dejaran las armas con un Presidente que en cada alocución presidencial lo único que manifestaba era que las FARC son grupos terroristas y en mi mandato no tendrán cabida para realizar acuerdos de paz que garanticen la estabilidad de la seguridad y que por lo contrario serian combatidos en todo el territorio Colombiano, la misma ficción le aplicó a los Capos de los Paramilitares que terminó extraditándolos para que ninguno contara la verdad de los hechos conjuntos que realizaron y el pueblo viva en una impunidad eterna y no contento con eso nos permitió heredar las Bacrim.

No fueron reales las versiones que en su momento expresó con relación a su primo Mario Uribe, ratificando su inocencia y cazando peleas con los magistrados de la Corte Suprema de Justicia para después denunciar por calumnia e injuria a uno de sus miembros, sigue la novela con el programa Agro Ingreso Seguro, que permitió que sus grandes financiadores de sus campañas recuperaran parte de la inversión y cuantificaron las mismas en ampliar sus fincas e implementar las últimas tecnologías al servicio de los mas prestantes de este país, obra realizada por uno de sus mayores estafetas que lo respaldo con su lealtad y obediencia y hoy puede perder todo ese posicionamiento alcanzado.

Continuando con la fábula de las estrategias adoptadas por el señor en mención, encontramos que la denominación de su programa de seguridad no debió llamarse Seguridad Democrática si no por el contrario, Inseguridad Democrática, cuando se implementan modelos de efectividad que permitan contrarrestar algunos riesgos, se realizan para que tengan una continuidad y se deben generar indicadores que aseguren su eficiencia a futuro, hoy encontramos la desolación que ha provocado este programa y las consecuencias funestas que ha implicado a todos los ciudadanos de nuestro país, cabe anotar que la operación JAQUE, es solo un mito con relación a la realidad de una gran operación militar a una gran transacción financiera.

Colombia hoy está sumida en una crisis política, social y económica, y los factores que pueden estabilizar su situación como el de la seguridad son inciertos, no podemos culpar al actual mandatario, el solo heredo lo que para muchos en su momento era un paraíso terrenal.

Con el cariño y el respeto de siempre

Raymon Guillermo Sales ContrerasColumnista Villanueva mi@