
De todo lo
anterior, con ese desprendimiento y ese altruismo por su Villanueva del alma,
se ha convertido en un apoyo incondicional de nuestra alcaldesa, Claudia Gómez
Ovalle. Y de ahí que se ha echado al hombro, un proyecto especifico: la
construcción del parque de Cuna de Acordeones, que estará ubicado en la antigua
instalación del IDEMA. Uno puede observar, la objetividad que le ha puesto a
dicho proyecto. Ya tiene en manos el ante proyecto y ha hecho ya las gestiones
del caso para su realización, como venderle el proyecto al gobernador de La
Guajira y ubicar los respectivos documentos de este lote ante el Ministerio de
Agricultura. Hay unos impases, como el del lote que no está en cabeza del
municipio y que dichos documentos, donde el IDEMA los entregó a Villanueva no
existen en Bogotá. De ahí, la ayuda que le ha solicitado a la alcaldesa y a la
Fundación Festival Cuna de Acordeones, para colocar en orden dicha
documentación y hacer realidad este sueño de miles de villanueveros que ha
quedado truncado por falta de una gestión eficaz que en el pasado, quedó en
meras iniciativas y expectativas.
Este
proyecto, se convertiría en la gran reivindicación de nuestra cultura y en el
posicionamiento de nuestro festival, como el segundo en su género, después del
de Valledupar. Allí en esa exposición clara y diáfana de nuestro ex gobernador,
se nota el manejo que le viene dando al tema y de que dicho parque, contará con
unas gradas de seis mil metros cuadrados, un museo de todo lo que ha
representado Villanueva en la cultura de la música vallenata, un taller para la
construcción de acordeones y por supuesto una escuela de música para que la
semilla no se pierda de lo que representa la tierra bella: Cuna de Acordeones y
de Acordeoneros.
Pero como
decía al comienzo, la labor que ha venido emprendiendo Rodrigo Dangond en bien
de su pueblo, a algunos les molesta, les produce urticaria y rasquiñita como en
la canción de Diomedes Díaz. La envidia que se ha enquistado en Villanueva,
genera todas estas reacciones que en nada benefician, al contrario debemos es
estar agradecidos con Dangond Lacouture, que siendo un hombre exitoso, sin
pedirle nada a la vida, aproveche esa energía y esa sinergia, en bien de su
patria chica. Y como decía el Quijote a su escudero Sancho Panza: cabalga
Sancho, cabalga... deja que los perros ladren y agrego: no muerden, solo
ladran.
Hernán
Baquero Bracho
Columnista Villanueva mi@
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