Por: Rafael Eduardo Frías González. El uso
masivo del dinero plástico y de los avances en las telecomunicaciones con la
internet, aunado a la de los teléfonos móviles que cada día sufren
transformaciones asombrosas en la búsqueda de ganar una lucha sin cuartel por
acaparar mercados, tienen un aliado estratégico en la publicidad a través de
los canales de comunicación existentes, que de manera subliminal nos conducen a
inclinarnos por uno u otro producto; es más, me atrevo asegurar que ejercen
tanta presión que se vuelve casi que una obligación tenerlos; “si no tiene una
cuenta en una entidad financiera, no le podremos hacer los pagos y mucho menos
contratarlo”, “para poder manejar la fuerza de ventas de la empresa, es
necesario que se comunique con ellos mediante chat y enviarle las imágenes de
los productos que se encuentran en promoción”; cómo hace lo primero, con la
apertura de una cuenta de ahorros que debe manejar con una tarjeta electrónica
y lo segundo, con una blackberry o un smartphon.
El problema aquí no
son los avances tecnológicos, mucho menos los canales de comunicación, es la
forma tan manipuladora con la que juegan con la mente de las personas y el
sistema de educación y cultura en el que nos desarrollamos; si por alguna razón
publicitan que las bermudas de flores están de moda, usted ve en el mercado la
proliferación de dicho producto y corre a comprar por lo menos una para que no
digan que está fuera de la moda, si los medios anuncian que el color amarillo
es de mal agüero, desaparecen de nuestro entorno todo lo que sea de ese color o
se parezca para evitar “consecuencias funestas”. Es portentosa la forma como
nos llevan de una a otra orilla sin estar en un bote. Hoy por hoy, no nos
preocupamos por investigar sobre lo que se difunde en los canales de
comunicación, por razonar sobre la conveniencia o no de la utilización de
recursos para sufragar gastos, si lo que escuchamos o nos muestran, dañan a
nuestros semejantes de manera amañada según el interés que se geste.
En el mes de marzo
del año anterior 2012, leí sobre un caso muy sonado, donde se sancionaba aRevertrex,
por publicidad engañosa y para el mes de mayo, otra con cargo a Comcel; en
unos casos, las grandes marcas con el ánimo de atraer clientela, fijan sus ojos
en personajes reconocidos y creíbles, con trayectoria pública que pueda
proyectar una imagen acorde a su fin y lógicamente posicionarlos en el mercado,
teniendo en cuenta que lo que muestran nuestros medios es real para nosotros,
dada nuestra condición incauta; Revertrex utilizó a nuestra
emblemática Amparo Grisales y con esa lozanía que denota firmeza y
juventud a pesar de los años, se muestra como ejemplo y esa simple razón,
proyecta credibilidad y aceptación sin la certeza comprobada de los resultados
prometidos. Se imaginan el impacto que ocasionan los noticieros (radio,
televisión o el mismo internet), cuando se presume estamos frente a
profesionales que realizan un juramento de generar información
basada en realidades pero que llegan en la mayoría de los casos por padrinazgos
en medio de una sobreoferta; los llamados cruces de beneficios por el poder
monopolista, donde el líder político es accionario en ambas partes (comercial y
comunicación), surgiendo el hibrido más letal que mantiene subyugado a
cualquier sociedad por libre que parezca o quiera ser, produciendo en la
población la aceptación de algo no deseado en muchos casos.
El lingüista
Estadounidense Noam Chomsky, refiriéndose a los medios de comunicación expresó:
“El
cuadro del mundo que se le presenta a la gente no tiene la más mínima relación
con la realidad, ya que la verdad sobre cada asunto queda enterrada bajo
montañas de mentiras”, adicionalmente escribió que: “Una idea alternativa de democracia es la de
que NO debe permitirse que la gente se haga cargo de sus propios asuntos y los
medios de información deben estar fuerte y rígidamente controlados”.
La situación
expuesta, nos debe llevar a la reflexión sobre el manejo que desde hace mucho
tiempo se le viene dando a los medios de comunicación; lo primero que hacen
nuestros politiqueros, es buscar la forma de apropiarse de éstos, de una manera
directa o por interpuestas personas, y que a la postre le permitan tener el
control sobre lo que debe saber la sociedad para conducirlos al objetivo que
más les convenga a ellos y a sus vasallos. La época feudal no acaba aún, sólo
cambió de nombre y de fachada, y nosotros seguimos siendo los mismos esclavos
con apariencias de hombres autónomos, manipulados para el beneficio particular
de quienes ostentan el poder que se rotan entre sí.
Los invito a
observar y escuchar con detenimiento las noticias, en ellas se confabulan
tantos intereses, que a la postre salimos como loros a ser multiplicadores de
lo que allí se ve y se dice de manera irresponsable; recientemente escuché una
entrevista por Caracol Radio, que le hicieron a la señorita Laura
Moreno, a la que considero no necesita presentación, en donde a mi juicio, se
trató de vender una imagen de oveja solitaria, atacada e inofensiva, la que
reclamaba apoyo, solidaridad ante los ataques que ha sufrido por “el suicidio”
de Luis Andrés Colmenares y que intentan colocarla a ella como la
directa implicada de un homicidio. Cuando la información se maneja de esta
forma, sin discutir que todos, culpables e inocentes, acusados y acusadores,
tenemos las mismas oportunidades, queda un sinsabor en el paladar; hechos como
éstos, generan disensión que son utilizados por quienes de manera macabra
orquestan direcciones diferentes para confundir al pueblo y a la misma
justicia.
Permítanme
finalizar, con otro ejemplo de los más sonados en Colombia, como el caso de la
administración de Bogotá; que vainas tiene la vida cuando usted deja de ser uno
del montón, cuando usted pretende generar cambios; bien la frase de que “todo
cambio genera controversias”, pero es que se hace necesario ver resultados
antes de lanzar juicios a priori, no es posible que la prensa, sobre todo la
capitalina, ante toda propuesta que presente el alcalde Petro, es lo
peor, pareciera que como no es de la corriente que les otorga beneficios a
ellos y para quienes trabajan, entonces hagámosle el mal ambiente y ataquemos a
todo lo que proponga; soy de los que piensan que los medios deben estar atentos
a constituirse en vigilantes a favor de la comunidad pero de manera objetiva e
imparcial, critiquemos lo malo pero aplaudamos lo bueno. Éste, como muchos
tipos de situaciones que conocemos a diario, lleva a un gran conglomerado, a
efectuar afirmaciones desenfundadas y temerarias; he tenido la oportunidad de
hablar con muchas personas que se han convertido en simples multiplicadores de
la información, simplemente porque lo escucharon, vieron por televisión o lo
leyeron en “twitter”, pero desconocen el trasfondo del origen del verdadero
objetivo que allí se encierra.
Mis amigos, reitero
la invitación, para que no nos dejemos llevar por comentarios que podrían ser
sesgados para ocultar la verdad por el interés mezquino del dinero y el poder
politiquero que cada día se hace más fuerte en nuestro entorno…
…la verdad debe
superar cualquier barrera, incluso el poder.
rafa, mi hermano, un articulo solo llev 250 caracteres, pero se desgata mucho en leer