Sin lugar a equivocaciones dentro del
género del vallenato, Gustavo Gutiérrez Cabello, ha sido el más grande dentro
del vallenato romántico del llamado vallenato clásico. Como lo afirma el
periodista y biógrafo del maestro Rafael Escalona, Carlos Alberto Atehortúa
Gil: “En Gustavo Gutiérrez comienza y muere el vallenato. Es el resumen más
positivo de lo que ha sido el autentico folclor en la capital provincial de
Macondo. Muy joven para la producción, sorprende a quienes aun se mantienen
maravillados por los sones de Escalona. Por sentimientos y delicadezas
poéticas, reúne el pensamiento del siempre celebre Jaime Molina. Y llega a su
propio yo que evoca al viejo Evaristo, su progenitor, quien hizo de los bellos
amaneceres en su tierra el mejor canto, dejando de por sí, enorme herencia
artístico folclórica”.
En
sus cuarenta y cinco años de la versión del festival de la leyenda vallenata,
realiza dicho certamen en honor al gran “Tavo” Gutiérrez, “el flaco de oro”,
reconocimiento más que merecido por todo lo que el gran compositor ha aportado
al folclor, con sus canciones, entrelazadas en las voces de los más grandes del
vallenato, en su transcurrir en bien del festival de la leyenda vallenata. Su
moralidad y su transparencia en más de 40 años, en sus actuares, como
coequipero del festival y los sentimientos hechos canciones que han enriquecido
al folclor y ha traspasado las fronteras patrias desde que Gustavo Gutiérrez
Cabello, comenzó a componer de manera prodiga y constante para que el vallenato
se posicionara en la cima de la cultura nacional.
Gustavo
Gutiérrez Cabello, nació en Valledupar el 12 de septiembre de 1939. Es el
tercer hijo de Tiota y Evaristo y sus hermanos José Tobías, Marina y Olguita.
Su infancia transcurrió en la planidez de la época pueblerina de Valledupar de
casas coloniales, cuando el juego de trompos y vaquitas imaginarias encarnadas
en los huesos que quedaban del sancocho casero llenaban las horas de los niños
de esa época inmortal. Sus estudios primarios los hizo entre el colegio de La
Sagrada Familia y el colegio Nariño. Inició el bachillerato en el José
Celestino Mutis, de Bogotá, en 1962. En esa frontera bachillerato – estudios
universitarios se dedicó más bien al arte musical que a la postre habría de ser
su verdadera vocación.
Así,
en septiembre 5 de 1963, compuso su primera canción, “Suspiros del alma”, a la
que han seguido a través del tiempo otros paseos, sones, merengues vallenatos,
una poesía y una cumbia hasta completar más de 150 obras que inmortalizan al
gran “Tavo” Gutiérrez. Con Marena Baleta tiene un hijo: Gustavo José, a quien
le compuso aquel famoso paseo en agosto de 1988, cuando su hijo tenía nueve
años de edad: “Mi niño se creció”. En 1970 ingresó a la escuela superior de
administración de negocios, en Bogotá, obteniendo el grado de
Administrador de Empresas el 15 de diciembre de 1973.
Desde
sus inicios en 1968, Gustavo Gutiérrez Cabello, ha estado vinculado al festival
de la leyenda vallenata, bien como jurado, concursante o miembro de la junta
organizadora. De 1975 a 1978 el festival vallenato estuvo a su cargo en su
calidad de director de la desaparecida oficina departamental de turismo. Y,
desde la creación de la fundación festival de la leyenda vallenata, en 1986, en
su primer vicepresidente.
Ha
participado dos veces en el festival, en el concurso de la canción inédita,
resultando ganador. En 1969 con el paseo “Rumores de viejas voces”, y en 1982
con “paisaje de sol”, también en el ritmo de paseo. Gustavo Gutiérrez Canta… en
Valledupar… cuando sale el sol… es la nota que se escucha de patio en patio… de
palo en palo… de cañaguate en cañaguate… y de corazón en corazón. Y la
que se escuchará en la 45 versión del festival vallenato, porque es un homenaje
al gran flaco de oro… fue algo que aconteció/allá en Valledupar/se escucha un
lamento triste… con su acordeón llorando aquí y allá.
EL TRASEGAR DE GUSTAVO GUTIERREZ
CABELLO
La
vida inmarcesible por así describirla del gran compositor vallenato, uno de los
grandes poetas que ha convertido todas esas poesías en melodías, Gustavo
Gutiérrez Cabello, ha tenido un trasegar exitoso y lleno de tantas alegrías
pero también de tantas congojas cuando su corazón melancólico no pudo cimentar
un amor verdadero y de ahí que muchas de sus canciones son una alegoría a un
Gustavo Gutiérrez triste que llora al amor, el cual le ha sido esquivo.
En
este trasegar son muchos los periodistas que han escrito sobre su magia, sobre
sus confidencias sobre su guitarra de oro, porque como él mimo lo afirma, él se
inspiró donde nace el sol. David Sánchez Juliao, escribía en El
Espectador el 23 de abril de 1975: “un vallenato lento, sopesado, descansado,
casi “cómodo”, como relleno de algodón, que se regodea en la no esencia
campesina y que viene a ser el fiel reflejo de la escala de valores de la clase
media provinciana (tomando la expresión en el mejor de los sentidos): la
nostalgia por la tierra natal, la parranda y los amigos, la añoranza, las
mujeres bonitas, las riñas de gallo, el paisajismo efímero e intranscendente,
el desamor y el despecho. Su concepto del amor es, tiene que ser, diferente al
de Alejo Duran, o al de un Enrique Díaz “machetero de la región de ayapel”,
como dice Rúgero Suarez en “el pobre hacendado”. Sus valores, en resumen, son
otros. Y su vallenato, es otro. Pero ese otro vallenato, repito, no está exento
de belleza, de una gran esencia expresiva y de un gran sabor a tierra propia”.
De
igual manera el ex presidente Alfonso López Michelsen expresaba: “Gustavo
Gutiérrez es, después de chema Ramos, en la generación anterior, la persona que
más sabe de música. Lo de Gutiérrez es una cosa más elaborada y de mucho más
acceso a cualquier público en cualquier parte del mundo. La de Gustavo
Gutiérrez es una letra igual a los boleros latinoamericanos”. De igual manera
en su columna libre Hernando Giraldo, en el diario El Espectador expresaba en
el año de 1969: “Gustavo Gutiérrez es el romántico, el indagador y el cantor de
la vida intima de sus coterráneos. Su despedida a Pedro Castro es de lo más
hermoso y conmovedor que he podido escuchar” y continua “por ahí esta alegrando
a la gente el famoso “concierto vallenato” de Gustavo Gutiérrez. Este joven es
tan fantasioso que resolvió empacar una música tan alegre como la vallenata
nada menos que en romanticismo. Gustavo Gutiérrez con Rafael Escalona, con
Alejo Duran, con Pedro García, forma la trinidad cuadrada de la
vallenatologia”.
Y
su inseparable amiga en la fundación de la leyenda vallenata Consuelo
Araujonoguera, en su columna escribía para El Espectador en el año de 1982:
“Tavo Gutiérrez, ese que un buen día a comienzos de los años sesenta cogió el
vallenato y le pegó primero un empujoncito, después de un sacudón y acabó
apercollandolo fuertemente en los lazos de un romanticismo decadente con olor a
violetas secas y entre maripositas que salen a pasear. Ese que sacó la música
vallenata de las jocosas situaciones de las anécdotas y sucesos del más puro
costumbrismo par aponerla a sonar a los acordes de las pasiones y de las penas
del alma con toda la trillada poesía de los lugares comunes y las comunes
ocurrencias del amor. Ese de figura quijotesca y pañuelo al cuello de temperamento
nervioso y voz de tenor… acaba de ponerle música a una biografía y le resultó
uno de sus mejores cantos. ¡Cuánta belleza y cuanta carga vital llevan sus
estrofas! José Jorge se llama el hombre a quien “Tavo” (tal vez para buscarle
un símbolo a su modestia) le dedica este poema. Bien habría podido llamarse
Gustavo Gutiérrez como su autor o Huges Martínez o Pedro Pérez porque ahí
envuelta en la piel morena del protagonista y bajo las notas de esa melodía
está la síntesis exacta de la estirpe de los mejores parranderos – con todo
cuanto de bueno, noble y hermoso tiene esta palabra – que en Valledupar han
sido”.
Y
la misma inmortal heroína, nuestra “cacica” vallenata en su “carta vallenata”
que era su columna en el diario El Espectador, en el año de 1982, también dejó
sentado: “me dejé llevar por ese deleite único (solo comprendido bien por
quienes como yo tenemos el privilegio de amarlos tanto) que produce la
degustación letra a letra, palabra tras palabra, compás sobre compás y melodía
de un canto vallenato bien concebido y bien parido. Un canto hecho con esos
pedazos del alma que los compositores de verdad van dejando regados sobre las
páginas en que vuelcan su tremenda inspiración.
Paisaje
de Sol me agarró y se me metió por esos vericuetos íntimos que conducen a lo
más recóndito y firme del territorio anímico donde el ser humano tiene y guarda
y defiende lo mejor de sí mismo y de su razón de ser: la tierra, la música, la
gente, los recuerdos… Sus versos tiene algo de la ternura recóndita y la rima
del gran Federico y la fuerza desatada y el brío impetuoso de Barba Jacob. Esa
– sentí yo cuando la escuchaba – es la letra y la música que yo hubiera deseado
poder escribir si hubiera sido compositora. Esa inspiración que yo hubiera
querido tener si me hubiese sido dado el don divino de la poesía. Esos son los
versos que yo quería cantarle a Valledupar desde siempre. Ese es el Paisaje de
Sol de mi pueblo. ¡Esa es mi tierra!”. Para que más si en la historia del
vallenato viene acompasada a la vida y obra musical del flaco de oro, Gustavo
Gutiérrez Cabello, a quien la fundación del festival de la leyenda vallenata le
rinde homenaje en su 46 versión.
CINCUENTA AÑOS DE CANCIONES DE UN POETA VALLENATO
Este año, el mejor cantautor romántico de todos los
tiempos, Gustavo Gutiérrez Cabello, cumple Cincuenta años de vida artística de
lo que ha sido un poeta Vallenato en el folclor Colombiano. En 1964 Pacho Galán
lo invitó a grabar el L.P. “Fiesta con Pacho Galán y sus sabaneros”, en el que
Gustavo canta dos de sus primeras canciones: Morenita y Suspiros del Alma. En
1965 tocó La Concertina en el L.P. Ensueños y más cantos vallenatos. Bovea,
Fernández y Fontanilla interpretan los cantos Vallenatos de Gustavo Gutiérrez
Cabello. En 1969, en Orbe, grabó el L.P. Confidencia. Concierto Vallenato.
Volumen 4. En 1974 hizo el L.P. Gustavo Gutiérrez canta sus canciones y las de
Freddy Molina. En 1976, Alfredo Gutiérrez, en su calidad de Director Artístico,
lo invitó a ser el cantante del L.P. Los Revolucionarios con Gustavo Gutiérrez.
En 1977 hizo el L.P. Mírame. Gustavo Gutiérrez, El Vallenato Romántico. En
1979, el L.P. El Poeta Vallenato Gustavo Gutiérrez con su Concertina. En 1980,
tocando Acordeón, grabó el L.P. Leo Dan Vallenato. En 1981 apareció el L.P. Un
Señor Vallenato. Gustavo Gutiérrez, El Vallenato Romántico.
Luego hizo, con Alberto Fernández, un álbum doble
llamado “Más Cosas de Escalona”. Alberto Fernández y el Acordeón de Gustavo
Gutiérrez. En 1988 cantó para el L.P. El Binomio de Oro presenta Gustavo
Gutiérrez, el Poeta Vallenato.
El poemario del Flaco de Oro es inmenso. Poemario
al que le ha colocado melodías y se han convertido en éxitos en cincuenta años
de vida artística. Inició con “Suspiros del Alma”, un paseo que hizo en
septiembre 5 de 1963; luego fue “La Espina”, otro paseo compuesto en el año
1963. Luego viene “Confidencia” en el mismo año; “Morenita” otro paseo de ese
inolvidable octubre de 1963. Luego irrumpe en el año 1964 con un paseo “Cecilia”,
compuesto en Enero, luego dos Merengues, uno en Marzo “Siempre Presente” y en
Diciembre “Malvina”.
En el año de 1965 continua generando canciones que
son los poemas Vallenatos que han inmortalizado a Gustavo Gutiérrez Cabello:
“Ensueño”, un paseo inspirado en Enero 25, “Valledupar Tierra Mía” otro paseo
que hizo en Mayo, “Lamento Provinciano” un son lamento, “Recuerdos de
Toba”, otro paseo y “Si yo me Caso” también en ritmo de paseo, todos hechos en
ese mes inspirador de Mayo. En 1966, compone un paseo “Recuerdos de Ti”
inspirado en el mes de Febrero y “Mariposita” un bolero que hizo en Marzo de
ese mismo año.
Luego viene el año de 1967, donde continua dando lo
mejor de sí para la música Vallenata: “Rumores de Viejas Voces” paseo compuesto
en Abril 25; “Adiós a Pedro Castro”, son lamento, compuesto en Marzo 5; “Leonor
del Cesar” en ritmo de paseo y “Mi Juventud”, también paseo que hizo en
Diciembre 15. En 1968, trajo la poesía que compuso en Noviembre 7: “Ángeles…
Ángeles Míos”. En el año de 1969, compone una balada “Canción para Ti” de su
cosecha del mes de Marzo y “Adiós Cariñito” un merengue.
En el año de 1970 inicia en Enero 26 con el paseo
“Mi novia Juvenil”, luego otro paseo que compuso en Junio 20 que fue éxito
Nacional “El Niño de La Calle”, luego el son de Julio 10 “El Regalito” y
finaliza este inolvidable año con el paseo “Se fue muy Lejos”. Luego irrumpe en
el año de 1971 con tres paseos: “Por El Mismo Camino”, “Delirio”, y
aquella canción que tanto sonó: “Conquista Fácil”.
El año 1972 también fue productivo: el paseo “El
Silencio de Freddy Molina”, El Merengue “Al Otro lado del Rio”, una de sus
canciones inmortales en ritmo de Merengue “No hay Dolor en Mi” y otra que no se
olvida en ritmo de paseo “Mis Amigos Me Recordaran”. El año 1974 también fue de
una producción fenomenal: “La Gaviota”, “Por un Capricho”, “El Jueguito”, “Algo
entre los Dos” y “La Provinciana”, todos en ritmo de paseo. 1975 Gustavo
Gutiérrez continúa deleitándonos con sus composiciones: “Sencilla y Cariñosa”,
“Camino Agreste”, “Por Eso Canto” y “Pueblo Oscuro”, todas también en ritmo de
paseo.
El año de 1976 también fue muy productivo para el
poeta: “Fuego de Amor”, “Llegó un Amor”, “Solo Tu”, “Llegaste a Tiempo”,
“Fracaso Algodonero”, “Oye Amigo Mío” y “El Rico no dice Ná”, producción que él
hizo en ritmo de paseo, para ese año inolvidable.
Y continúan los años y las
producciones del Gran Gustavo Gutiérrez continua en la cúspide hasta el día de
hoy: “Nochecita Mía”, “Largo Verano”, “Sequia”, “El Valle y El Pintor”, “
Arbolito Viejo”, “Tanto que te Canto”, “No podrás Olvidarme”, “Así fue mi
Querer”, “Camino Largo”, “Ay ay ay”, “Corazón Martirizado”, “Lloraré”, “ De
tanto Verte”, “ Aquella Tarde”, “Viejos Anhelos”, “Dejé que se fuera”, “ Rocío
de La Mañana”, “El Hombre de la Piel Morena”, “Paisaje de Sol”, “Vivo
Contento”, “ ¡Ay Mi Vida!”, “ La Fuerza de Cariño”, “Calma mi Melancolía”, “Mil
Razones”, “Te Regalo mis Canciones”, “Se te nota en la Mirada”, “ Amores que
van y vienen”, “ Yo no sé pedir Perdón”, “Estoy Enamorado”, “Mi nostalgia eres
tú”, “ Alma Herida”, “ Parrandas Inolvidables”, “El cariño de Mi pueblo”, “Como
pudo Terminar”, “Sin medir Distancias”, “Si te vas te Olvido”, “Aquella
Guitarra”, “Recuérdame”, “ Mañana sale el Sol”, “ Mi fiel Amiga”, “Nadie como
tú”, “ Mi niño se Creció”, entre tantas canciones que han hecho de Gustavo
Gutiérrez Cabello el mejor compositor libra por libra en el vallenato Romántico
de nuestra gesta cultural y de nuestra tierra provinciana.
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