Hernán Baquero Bracho. El próximo
martes primero de julio, La Guajira arriba a sus 49 años de vida administrativa
y como siempre el gobernante de turno en nombre del pueblo guajiro celebra con
una serenata y unos actos protocolarios, las efemérides de nuestro
departamento. La critica siempre ha sido que pareciera que Riohacha su capital
fuera la que estuviera de plácemes y no el territorio peninsular. Siempre ha
sido así, los gobernantes de turno ignoran o desvían estas efemérides hacia el
centralismo – tan de moda – hacia la Ciudad Capital, termino original del
periodista riohachero Edgar Ferrucho Padilla. Y dentro de ese centralismo todo
acontece en ese entorno privilegiado de los que residen en Riohacha. Los
municipios que conforman el territorio peninsular y sus representantes legales
es decir sus alcaldes municipales, deben reclamar sin ofender que las
efemérides de La Guajira debe llegar a todos sus puntos cardinales, a lo largo
y ancho de lo que orgullosamente es nuestra patria querida y de la cual
todos los guajiros nos sentimos más que orgullosos de haber nacido en esta
tierra hermosa: La guaira indómita, bravía, explotada y explorada, ignorada y
maltratada pero que cada día se levanta altanera como una diosa inmortal como
cabeza de Colombia.
Pero, ¿Qué celebramos? Bueno, las
efemérides del departamento de La Guajira, el numero 49, desde cuando fue
elevado a la categoría de departamento por parte del gobierno Nacional, el 01
de Julio de 1965. Pero, la otra pregunta ¿Vale la pena celebrar? Si hiciéramos
una encuesta a nivel de todos los municipios, lo más seguro que saldría, es que
no vale la pena celebrar. ¿Por qué? Por tantos avatares que ha sufrido la
península. En la mayoría de los casos por el mal manejo que nuestra clase
dirigente le ha dado a su patria querida. Por la atomización de sus recursos.
Por la mala calidad de vida de todos los guajiros. Por la desnutrición
alarmante en que siempre ha vivido la etnia o buscando un término mas universal
“la nación wayuu”, donde más de 2400 niños han muerto ante la indiferencia de
todos nosotros y especialmente del gobierno nacional. Cifras más que alarmantes
y si contabilizáramos las últimas dos décadas daría horror. Por las
Necesidades Básicas Insatisfechas de las más altas de la nación, por encima del
60%; por las altas tasas de analfabetismo, donde solo le ganamos al Chocó, por
la ausencia de políticas públicas en los renglones de competitividad y de
calidad educativa donde damos lastima, somos los últimos a nivel nacional.
Por los altos índices de pobreza de no
haber sabido encausar las variables del desarrollo en épocas de bonanzas, por
la mala calidad de infraestructura vial que da grima, por las malas vías que
poseemos, por la falta de vías terciarias para hacer un departamento productivo
y competitivo en el sector agropecuario; por la mala calidad del agua que
consumimos todos los guajiros y los malos servicios públicos que en todos los
municipios se presentan, por la última crisis donde casi se perdió la
institucionalidad en el mejor de los sentidos de la gobernabilidad en que se ha
sumido La Guajira y que hoy por fin está en la vía de la búsqueda de ese norte
que se nos había perdido; la falta de confianza y de credibilidad ante la
instancias nacionales donde los medios de comunicación del poder central se han
dado gusto con nosotros debido a las falencias que hemos mostrado en la
política departamental; la corrupción alarmante que ha hecho mella en esa
crisis que ha padecido La Guajira por el desfalco permanente al erario público
y pare de contar.
Para celebrar: que ha vuelto a reinar
la paz política y estamos saliendo de ese túnel sombrío. Que pronto Riohacha se
convertirá en Distrito Turístico, gracias a su autor el parlamentario de
la Unidad Nacional Alfredo Deluque Zuleta; que tenemos ministro guajiro
Amilkar Acosta Medina, quien ya está dejando huellas en el departamento y
quien goza del reconocimiento nacional en el gobierno, en los gremios
económicos y en la opinión pública general; que la Universidad de La Guajira de
la mano de Carlos Arturo Robles Julio, se ha venido posicionando como una de
las mejores universidades públicas y con mayor acreditación en el país; que
Diario del Norte ha llegado a sus primero cinco años de circulación y ha
revolucionado el periodismo guajiro, de la mano del Villanuevero Ismael Darío
Fernández Gámez; que las cinco fundaciones de Carbones de El Cerrejón Limited
le han puesto todas las ganas para jalonar el desarrollo departamental,
mejorando las falencias que padecemos especialmente en el área institucional;
que otras multinacionales como Chevron asociadas con Ecopetrol, fundación
Éxito y Baylor College of Medicine Children también ha iniciado el
apalancamiento en su área de influencia para solventar el problema de agua y
salud para indígenas de Riohacha y Manaure, entre otras. Esperamos que en sus
bodas de plata es decir el primero de julio del año 2015 La Guajira de la mano
de su gobernador José maría Ballesteros Valdivieso, de nuestros parlamentarios
Alfredo Deluque Zuleta y Antenor Duran Carrillo y de senadores tan
comprometidos con esta tierra como Bernardo Elías Vidal, Armando Benedetti y
Antonio Guerra de la Espriella, así como su clase dirigente le den un nuevo
rumbo a esta tierra tan rica en recursos naturales y humanos pero pobre en su
manera de actuar.
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