Por: Raymon Guillermo Sales Contreras. CUARENTENA: Aislamiento
de personas y animales durante un periodo de tiempo no especificado como método
para evitar o limitar el riesgo de que se extienda una enfermedad.
En estos momentos de la existencia terrenal
donde todos los seres humanos vivimos en función de que todo lo que hacemos
está dentro de los parámetros de justicia, equidad, respeto, consideración y
perdón; nos damos cuenta que no somos tan buenos como lo que verdaderamente se
evidencia en tiempos difíciles y de adversidad en lo que compete a cuidar la
vida de nosotros y de nuestros semejantes.
Los ciudadanos eligen a sus representantes en todos
los estamentos políticos, sociales, económicos y de asociación con el fin de
dar cumplimiento a sus deberes y obligaciones para asegurar un equilibrio en lo
que constitucionalmente se estableció como derechos fundamentales el de la
vida, el trabajo, la justicia y demás que en estos momentos merecen ser
aplicados con el fin de permitir al ciudadano que asegure un voto de confianza
en quienes representan sus intereses particulares, colectivos, familiares y
sociales.
Cuál es la consideración del estado al momento de
tomar las decisiones que se encuentran concentradas en recursos asignados
para diferentes destinaciones especificas encaminadas a mitigar la problemática
que hoy amenaza y contagia a la población en cuanto a la pandemia del COVID 19
el cual requiere de medidas inmediatas y efectivas que eviten su propagación.
Desafortunadamente la realidad que se vive en toda
la faz de la tierra en cuanto a la afectación de los núcleos económicos,
políticos, sociales y el más importante que es el familiar; donde se rompe el
equilibrio que desarticula y propaga la intranquilidad y zozobra de tomar la
decisión de salir a saciar el hambre que amenaza al interior de muchas familias
vulnerables en su interior o exponerse al contagio del virus que no da tregua
en cuanto a entorno alguno donde exista movilización de seres humanos.
La invitación en esta situación que hoy involucra a
toda la humanidad, es analizar el comportamiento que hoy tenemos ante los ojos
de Dios, verificar si es justo seguir desafiando la ciencia y la naturaleza
solo con el objetivo de satisfacer nuestras necesidades que lo único que
generan es que las cosas tengan más precio y menos valor.
Curemos el alma y el corazón de los virus que hace
mucho tiempo alojamos y que alimentan en nuestros seres, el odio, egoísmo,
resentimiento, desconsideración y falta de perdón; elementos que no permiten
asegurar la paz y la tranquilidad que necesitamos para agradar a Dios.
Raymon Guillermo Sales Contreras.
Columnista Villanueva mi@
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