Un Consejo para Recaudar

Raymon Guillermo Sales Contreras – Columnista. “La justicia debe imperar de tal modo que nadie deba esperar del favor ni temer de la arbitrariedad”. Henry Villarraga.

Estaba demorado el Consejo Superior de la Judicatura en protagonizar otra de sus grandes hazañas en las prácticas burocráticas y corruptas a las que acostumbra, no en vano el honorable magistrado José Alfredo Escobar Araujo, el hijo del burgués Conservador Hugo Escobar Sierra, honorable samario de estirpe azul hasta los tuétanos, nos regaló en su heredero un portentoso jurista que le encantan los gustos Italianos y no precisamente las pastas y los vinos, también los negocios con los que entran y los que Salen o Sale, por ahí es la cosa, lo fundamental es que en la entidad de Justicia que representan o representaban no sólo se trafica con expedientes e influencias, también corrupción y terrorismo, que joyas, con la fortuna que quien los investiga es la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, otro nido de burgueses, la sacaron del estadio.

Parece que los entes de control, las ramas del poder público y el aparato gubernamental del estado están montando cada uno,  oficinas recaudadoras y no precisamente de evidencias para juzgar y condenar criminales, si no de recursos para neutralizar la misma justicia que representan y ponerla a merced del delito, nunca se acabaran los delincuentes de cuello blanco y de cuello negro, no hay límpido que surta efecto cuando quien lo suministra lo tiene condicionado para venderlo a los laboratorios de procesamiento de falsos positivos, absoluciones fraudulentas y tráfico de influencias, que belleza de juristas tenemos, aclaro que hay unos a los que se les rescata que fueron fiscales y procuradores y ahora defienden a sospechosos de asesinatos donde la financiación de los recursos proviene de las fuerzas oscuras que pululan en este país.

El Jurista Henry Villarraga, ejemplar prospecto al momento de ejercer e instruir justicia en esta nación, digno representante de los carruseles que se ejecutaron en su entorno laboral, hoy hace gala del alcance de sus influencias y el blindaje que tienen los magistrados para construir corrupción y luego atacarla, será que son juez y parte en los procesos que llegan a su despacho o ellos tramitan los actos que condenan y luego los revocan en otras instancias, parece que les llegó el corte a la orilla o los sueldos que les sufragan no les alcanza para la tan agitada vida social que llevan o el derroche de capitalismo que los inunda, pobre Colombia con estas divinidades de Servidores que la representan en los estamentos jurídicos, ahora si entiendo por qué la muerte de Luis Andrés no se ha podido esclarecer, al parecer están pidiendo mucho en las altas esferas del estado y nosotros lo único que tenemos para dar es una lucha inclemente como la de David y Goliat, claro con la fe puesta en Dios que venceremos.

Con el cariño y el respeto de siempre.

Raymon Guillermo Sales Contreras

Columnista Villanueva mi@