Raymon
Guillermo Sales Contreras - Columnista. ¡Qué poco cuesta construir castillos en el aire y qué cara es su destrucción! (François
Mauriac).
La guerra
política sucia que hoy enloda el panorama nacional no tiene límites, se
publican barbaridades de lado y lado que ya no provoca ni observar los
noticieros de los canales privados que hacen protagonismo para tener la
primicia de las evidencias que los disparen en el rating o los mantenga en la
franja de sus espacios de emisión; así esta nuestra dolida Colombia.
La tragedia de
los niños en fundación, acaparó con su impacto estremecedor los primeros días
la atención de los medios locales, nacionales e internacionales, hasta en eso
fueron oportunos los candidatos a la presidencia en mostrar un rostro afectado
por el dolor de los demás, ese que se esfuma cuando logran sus pretensiones y
solo la historia y la época se los recuerdan cuando llega otro periodo
legislativo y con el otra contienda electoral, que decepción; claro fue de más
trascendencia el rifi rafe de Santos y Zuluaga, enfrascados en una eterna pelea
que con un relevo generacional, hereda la guerra de un monstruo llamado Alvaro
Uribe Velez.
Como un
análisis rápido y objetivo, resalto de las elecciones la abstención que generó
esta gran polémica por demostrar quien es más culpable que el otro, evidenciar
como bajo el caudal de votos en nuestros departamentos costeros donde en las
pasadas contiendas se arrojó una muestra más representativa; será que la
mermelada solo alcanzó para una taja de torta burócrata y falto embadurnar la
otra parte, amanecerá y veremos.
Nos destruimos
descaradamente cuando un solo patrón, comandante, jefe, manager, con solo hacer
un trino desestabiliza este pueblo, el circo armado alrededor de quien
manifiesta públicamente tener pruebas de una posible donación de dineros
calientes a una campaña y luego a través de unos tinterillos de alta gama,
socializa que en ningún momento manifestó esa afirmación y que es el estado
quien debe investigar si es veraz su alocución, que tristeza en que país
vivimos.
Nos espera la
segunda guerra, perdón la segunda vuelta, con más ataques inmorales y
desestabilizadores, eso es lo que queremos para nuestras vidas, familias y
comunidad; estamos lejos de la realidad que se vive internamente porque los
medios aliados indirectos de socializar estas mafias, no tienen la objetividad
de ayudar a construir una mejor patria.
Con el cariño
y el respeto de siempre,
Raymon
Guillermo Sales Contreras
Columnista
Villanueva mi@
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