Hernán
Baquero Bracho. Columnista Villanueva mi@. La alcaldesa de los villanueveros
Claudia Gómez Ovalle, en su plan de desarrollo estableció como una de sus
líneas u hoja de ruta acciones para recuperar el sector agropecuario, que es la
base para la productividad y la competitividad del municipio de Villanueva. Yo
fui uno de los que creí firmemente en estos propósitos planteados y plasmados
en su plan de desarrollo y de ahí que aplicando civilidad política, durante el
año de 2012 estuve apoyándola decididamente con una imagen positiva a través de
mis casas periodísticas Diario del Norte y Viva F.M. estéreo de Villanueva.
Pero pasó el tiempo y nada ocurrió. El sector agropecuario durante este
cuatrienio en la tierra cuna de acordeones terminó más alicaído, casi en
cuidados intensivos, no hubo tal apoyo y mucho menos se aplicaron verdaderas
políticas públicas para levantar la economía primaria de Villanueva.
Ahora bien
se presentan nuevas elecciones para elegir nuevos alcaldes y que mejor ocasión
para expresarle a los que están aspirando al primer cargo público de nuestro
municipio que la variable más importante por un verdadero desarrollo de
Villanueva es fortalecer y poner en práctica políticas públicas que vayan
en beneficio de recuperar la otrora variable del sector agrícola y ganadero.
Sabemos que Villanueva ha venido creciendo de manera no bien planificada, por
eso siempre lo he llamado un desarrollo endógeno cuyas variables han oscilado
entre la mano de obra minera y el fomento de su comercio, pero la mano de obra
abundante que existía en los sectores agrícolas y ganaderos se ha ido hacia la
informalidad y de ahí que por ejemplo las rifas se han disparado de una manera
desbordada y uno lo entiende, la gente no se puede morir de hambre y todos
estos expertos del sector agropecuario les ha tocado ensayar en otros renglones
de la economía y de ahí que la informalidad en el municipio se ha disparado a
más del 500%.
¿Qué hacer?
Establecer una verdadera hoja de ruta que vaya encaminada al desarrollo de
nuestro municipio. Para ello lo más importante es el agua. Si no existen unas
buenas reservas del recurso hídrico para satisfacer las necesidades de
agua para el consumo humano y el sector productivo, por mucho que se planee es
difícil lograr los objetivos. Por ello es urgente planificar y evaluar la construcción
de una represa sobre el rio Villanueva. Solo así podremos salir del atolladero
en que nos encontramos. Mientras tanto a corto plazo hay que construir pozos
profundos sobre todo en la parte plana, que dependen del acuífero del rio
Villanueva, pero los estudiosos en estos temas, la operatividad de dichos pozos
a largo plazo afectan los acuíferos que le dan vida al campo.
Villanueva
dejó de ser un municipio latifundista y se ha convertido en minifundista
gracias a una buena reforma agraria, que realizó el suscrito en bien de
Villanueva. Hoy existen más de 332 pequeños productores que ni el pasado solo
lo cubrían 10 y de ahí que hay que aplicar políticas públicas hacia este
nuevo escenario de la economía villanuevera. Por ello es importante cambiar el
estilo de la agricultura, hay que fomentar pequeñas granjas agroindustriales
basadas en un sistema de goteo y pequeñas ganaderías basadas en un sistema de
riego por aspersión. Basado en ello debe realizarse la fundamentación de la
siembra de frutales y hortalizas a través de clúster, bajo el sistema
fiduciario y de alianzas estratégicas para colocar a Villanueva a tono con el
mundo globalizado. En el mundo de hoy de competitividad y de productividad, el
término en la agricultura es vender para producir y no producir para vender,
como era en el pasado y es más debemos de dejar atrás el sistema de economía de
impulso.
Pero para
producir hay que adecuar al campo para que sea sostenible y rentable.
Para ello es de urgencia manifiesta una buena electrificación rural y unas
buenas vías terciarias en óptimas condiciones y esto no es nuevo porque
lo he venido expresando en diferentes columnas de opinión. Pero también es
bueno crear un centro provincial, aplicando la ley 617, donde este centro se
convertirá en punta de lanza de tecnología y de alianzas tecnológicas que en
concordancia con el Sena se capacitaran a los pequeños productores y de igual
manera se presentaran proyectos a través del programa de ciencia y tecnología
que opera bajo la nueva ley de regalías que deben ir siempre buscando un norte
para el desarrollo de Villanueva. Desde este centro también debe entrar en
operatividad un banco de maquinarias para el sector específico para jalonar con
las nuevas tecnologías al alicaído sector agropecuario.
Sin olvidar
que hay que renovar las casi 2.000 hectáreas de café, donde escasamente están
en productividad alrededor de 200 y que se necesita de manera urgente la
renovación de estos cafetales, base también de la economía villanuevera.
De igual manera renovar los cultivos de aguacates que en el pasado
pasaban de 400 hectáreas y que con la llegada de la hierba maldita y de la
amapola, las fumigaciones del glifosato acabó de un tajo con este renglón
importante de nuestra economía. Son en síntesis elementos claves para fomentar
el desarrollo de Villanueva.
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