Por: Raymon Guillermo
Sales Contreras. “…Ya
comienza el Festival, vinieron a invitarme, ya se van los provincianos que
estudian, conmigo; ayer tarde que volvieron preferí negarme, pa' no tener que
contarle a nadie mis motivos.
Yo que me muero por ir y es mi deber quedarme, me quedo en la
capital por cosas del destino; Porque el medio de mis viejos es tan humilde,
que me dan para venirme y en diciembre regresar, encerrado temblando escribí
una letra, que detallen mi tristeza mi ausencia sentimental…”.
Otra versión más del
Festival en mi Villanueva del alma, evento que por su tradición y cultura es
merecedor de despertar todas las expectativas en lo que a juglares, dinastías,
nuevas generaciones y verdaderos exponentes folclóricos y culturales representa
al momento de ubicarnos como la Cuna de Acordeones y grandes exponentes de la
música vallenata, eso es lo que dice la historia.
Comienzo este relato
con resaltar el esfuerzo de los organizadores de la versión que acaba de
finalizar y la disposición del pueblo villanuevero de volcarse todavía a los
eventos y espacios culturales y folclóricos que hicieron parte de la agenda
correspondiente a los 4 días del que fuera en su momento uno de los mejores
festivales de la región.
Pero con tristeza
tengo que manifestar que el ambiente que se evidenció en todos los espacios
desarrollados, generó mucha inconformidad en lo que correspondió al inicio de
los concursos y la logística necesaria o mínima para asegurar su cabal
cumplimiento encaminado a la satisfacción del público presente, se pudo
observar mucha improvisación derivada de la falta de planeación o de prevención
en algunos casos.
Pero esta narración
no solo es para dejar en conocimiento las situaciones deficientes o
identificables como observador del evento, es para consignar lo importante que
es informar a la ciudadanía con anticipación de las situaciones que se pueden
presentar al momento de realizar estas actividades que si bien no fueron del
todo eficaces, se notó un esfuerzo para que no se cancelaran y se cumplieran en
la intención de sus programadores.
¿Yo no sé qué está
pasando con el Festival Cuna de Acordeones, no tengo conocimiento de cuál es la
metodología implementada para la realización de cada versión que lleva un año
de anticipación para su organización y programación?, es necesario que se acabe
el sin sabor que existe con la junta actual que no goza de la credibilidad y el
posicionamiento necesario para poder convencer al pueblo villanuevero de lo que
hoy en día ocurre con su manifestación insigne en lo que a folclor y cultura
representa.
Invito a la reflexión
para que rescatemos todo lo bueno que nos deja esta última versión del festival
y sobre esas anécdotas, experiencias y debilidades, saquemos las oportunidades
de mejora que nos permitan asegurar la eficacia, eficiencia y efectividad que
conlleven a no tener ese mal sonido que hoy hace eco en nuestro pueblo y que
solo arroja desacredito y apatía en nuestros coterráneos que hoy ven como se
pierde el posicionamiento de lo que fuera el mejor evento cultural de la
región.
Con el cariño y el
respeto de siempre.
Raymon Guillermo
Sales Contreras.
Columnista Villanueva
mi@.
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