“No quiero
volver a verla más nunca en mi camino distancias que nos separan me hiere su
cruel olvido es muy cierto que la noche es tan larga con mi desvelo rayito de
la mañana tu sabes cuánto la quiero”. Gustavo Gutiérrez Cabello.
En mora de
manifestar mi opinión constructiva y veraz, en el acontecimiento cultural que
empaño para muchos el homenaje a este grande del folclor vallenato, merecedor
de todos los elogios habidos y por haber, socializo que este incidente resalta
la realidad de lo que hoy atraviesan muchas agrupaciones de este género
musical, no en vano la decadencia y el déficit de buenas composiciones llenas
de costumbrismo y de poesía, quedaron sepultadas con el asfalto y el pavimento
que alejo las musas y le cambio el olor al entorno que ya no avisa cuando viene
la pertinaz lluvia, fueron absorbidos por la equivocada comercialización e
internacionalización de este humilde y noble folclor.
El
epicentro de las manifestaciones culturales de nuestras regiones caribe que
erigen como grandes festivales y anuncian en sus organizaciones, eventos de
alta alcurnia como gancho para atraer público de todas las esferas, con el
único y firme propósito de llenar sus arcas, están minando con estas prácticas
la pasión de seguir ejecutando el acordeón como lo realizaba Alejo Duran, Abel
Antonio Villa, Lorenzo Morales y el inmortal Emiliano Zuleta Baquero, hoy los intérpretes
solo anhelan llegar a formar una agrupación, enviar unos tres o cuatro
vitrinazos a los secuaces de moda y con eso asegurar una prenda material que
determine el buen momento y la calaña de personas con las que se están
relacionando, o que decir del “Hombre de las Carreteras”, para un buen
entendedor, pocas palabras.
Cuando en
ocasiones me preguntan, ¿De donde es originaria su idiosincrasia y estirpe
cultural y nativa?, con orgullo respondo, de Villanueva La Guajira, no he
terminado de responder cuando me complementan, de donde son las Dinastías,
Romero, Zuleta, Maestre y Cuadrado, entre otras, si señores, así es, es un insigne
referente del que gozamos, y al parecer en eso nos hemos quedado, viviendo de
la historia, que alternativas están generando entes como las fundaciones que
lideran y gerencian los festivales que van en auge comercial y en retroceso
cultural y folclórico, porque en mi pueblo no hay un escenario donde
coterráneos como Andrés el Turco Gil, prepare generaciones de acordeoneros que
mañana engalanaran los escenarios Locales, Nacionales e Internacionales,
ratificando porque son Villanueveros, estamos con el consuelo de que ya tenemos
quien nos represente pero no hacemos nada por preparar nuevas generaciones y es
lamentable que no solo es para el tema del folclor sino para todos los márgenes
de representación, Social, Político, Cultural, Gubernamental, etc.
Es hora de
despertarnos, viene una nueva versión del festival Cuna de Acordeones y se
presentan las mismas vicisitudes que atañen las anteriores, patrocinio,
anticipos para agrupaciones, rogadera y rebajas porque a según no hay recursos,
traslado de escenario para montar los eventos y recaudar más dinero, parece que
todo seguirá igual, me pregunto si el problema es de direccionamiento o malas
estrategias aplicadas o en su defecto, un ciclo cumplido de una junta directiva
perpetuada porque no hay quien ejerza control o veeduría de los lineamientos
planteados o realizados hasta ahora, lo cierto es que nos quedamos solo con lo
recorrido de la historia y un estancamiento generacional que siempre será
representado por los que con muy poco caudales nos dejaron un gran patrimonio
como herencia musical, Sin Medir Distancia.
Con el
cariño y el respeto de siempre,
Raymon
Guillermo Sales Contreras
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