Hernán Baquero Bracho – Columnista. Villanueva,
siempre lo he expresado, es la tierra bella: esta expresión encierra tantos
eventos extraordinarios de lo que ha sido esta región prodiga, en prosperidad,
intelectualidad, cultura, religiosidad, construcciones republicanas, con todos
los pisos térmicos, en fin un lugar de ensoñación desde que Villanueva es
Villanueva. La tierra bella ha producido extraordinarios profesionales del
derecho, sino los mejores de La Guajira y esto genera seguridad jurídica en lo
que se ha desenvuelto su devenir histórico.
Aquí en Villanueva nacieron penalistas
de la talla de Esteban Bendeck Olivella, uno de los mejores del país y
quien en la cátedra penal sin ser
jactancioso era el mejor. Rafael Baquero Herrera, ex magistrado de la Corte
Suprema de Justicia y catedrático por décadas de la Universidad Nacional.
Gilberto Orozco Orozco, ex viceministro de Justicia, ex presidente del Consejo
Superior de la Judicatura en Colombia; Carlos Mario Isaza Serrano, ex director
de fiscalías en la Fiscalía General de La Nación y conjuez de la República;
Ciro Habib Manjarrez ex magistrado del Tribunal Superior de Riohacha,
Ugalvis Rodríguez Bolaño, ex director de la fiscalía general de la república,
seccional Guajira; José Calixto Quintero, Liliana Orozco Daza, ex magistrados
del Tribunal Superior de Valledupar; Eduar Martínez Pérez, Alfonso Isaza,
magistrados del Tribunal Superior de Bogotá; Julio Guillermo Bula, Eduardo
Cabello Baquero, Javier Martínez Rodríguez, fiscales de la República; así como
profesionales exitosos de la talla de Milton Habib Molina y todos sus hermanos,
Augusto Lacouture Lacouture, ya fallecidos, Antonio Luis Amaya Bendeck, José
Celedón Baquero, entre otros.
Y entre los juristas destacados de
Villanueva, tenemos a Álvaro Rodríguez Bolaño, Magistrado del Contencioso
Administrativo del Cesar, quien fuera por largo tiempo magistrado del
contencioso administrativo del departamento de La Guajira, luego magistrado en
la ciudad de Tunja, Boyacá y de la ciudad de Cartagena. Álvaro Rodríguez
Bolaño, abogado de la universidad del Atlántico, ha sido un profesional
brillante en el transcurrir de su vida pública. Algunos de sus fallos en
derecho, generaron controversias en la ciudad de Riohacha, pero la solidez de
ellos en la jurisprudencia fue más contundente que las conserjas que se
tejían sobre estos. Profesional integro, de recia personalidad (heredada de su
abuelo Pedro Rodríguez quien fuera alcalde de la ciudad de Barrancabermeja),
inteligentísimo, de dotes y pergaminos en su actuar y en su brillante carrera
dentro del área del derecho. Claridoso y con una memoria prodigiosa en el
derecho administrativo, de los que más conoce el tema en la Región Caribe.
Para Álvaro Rodríguez Bolaño, el
derecho es un asunto genético, si, porque además de él, sus hermanos Ugalvis e
Iván Javier también son exitosos en esta carrera, de igual manera cuenta con
varios sobrinos que también están escalando peldaños, donde el magistrado
colocó la primera piedra para orgullo de él y de su familia, especialmente de
su mamá Julia María Bolaño, quien a punta de lucha y esfuerzo ha colocado a sus
hijos como ejemplo de superación y del trasegar en su vida diamantina. Su
esposa Dalila y sus hijos Carol Paola, Álvaro, Carlos Andrés y Karen Julia se
constituyen en su mejor tesoro.
En esa curva ascendente de la vida
Álvaro Rodríguez Bolaño, ha hecho camino al andar y los suyos están en la
pirámide del éxito, de lo que ha construido este hombre unamuniano y no mera
abstracción, de cómo en la selva de la vida se ha batido valientemente y
a todos los ha vencido, es por ello que muchos de sus depredadores quisieron
sacarlo del camino, pero él con la voluntad de Dios, su sagrada inteligencia y
un fallo en puro derecho logró volver de manera gallarda a su posición con
honores.
Álvaro Rodríguez Bolaño, hoy se
siente orgulloso de lo que ha sido su vida, de sus triunfos, de sus errores que
también los ha tenido y todo ello le ha servido para hacer un proceso de
reingeniería de su existencia. La curva ascendente siempre le ha sonreído y él
siempre se ha dejado llevar de la “intuición” esa que si la sabemos interpretar
nunca falla. Pronto le llegará la hora del retiro, retiro que lo llena de emoción
y de nostalgia, pero él le ha servido con honores a la patria todo lo lleva
prendido, emociones y recuerdos en el aposento de su corazón. Vendrán nuevos
retos y nuevas oportunidades, porque todavía le sobra energía para emprender
nuevos proyectos en bien del derecho y en bien de su familia, Álvaro Rodríguez
Bolaño lo hace a uno sentirse orgulloso de ser villanuevero.
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