Rafael Eduardo Frías González. En Colombia suceden hechos sin precedentes en la
historia de la humanidad, demostrando que el alzhéimer
político-social-endulzante, se constituye en la enfermedad predominante que
afecta con mayor impacto a la clase baja del país; el manejo impresionante de
los medios “los lleva” (no me incluyo porque sea de la clase hidalga sino
porque gracias a DIOS, no soy tan permeable aunque no infalible) de un lado a
otro con tanta facilidad, hasta enfrentarlos por trivialidades o hechos
fácticos que se afirman y desmienten generando el caos sin saber a quién creer.
En un principio, DIOS creo a
Lucifer, “el ángel de luz”, el que por “corrupción” debió ser denunciado y
condenado al exilio, tomado así el nombre de Satanás o Demonio; cuántos hoy,
aún a sabiendas de la historia pero con una memoria de pocos recuerdos, de una
o de otra manera se convierten en defensores y seguidores del mal o de este
señor?.
Al hacer remembranza de hechos
como la toma del palacio de justicia en Bogotá, año 1985, donde acusaciones
iban y venían sin que nadie se indilgara la responsabilidad (ni tonto que
fuera), todo estaba a luz pública pero sin evidencias concretas, y no se sabía
a quién creerle, ese día los medios por orden de los que pueden, pretendieron
opacar lo que sucedía con la transmisión del partido de fútbol colombiano entre
Unión Magdalena y Millonarios, y el año anterior 2015, luego de pasado 30 años,
“uno” por ahí (el distinguido Belisario Betancourt Cuartas) admite
responsabilidad y “pide perdón”, con eso dio por saldado todo pero la verdad
sigue en penumbras.
A través del programa “Agro robo
seguro”, perdón, corrijo “Agro Ingreso seguro”, al señor Andrés Felipe Arias,
se le inició un proceso por corrupción y peculado a favor de terceros, y al
parecer está ad portas de ser absuelto, y ganar demanda millonaria que
pagaremos todos los colombianos por el perjuicio que se le ha ocasionado al
pobre señor Arias.
De continuar con relatos como
éstos, sería extensa y casi que interminable la lista y muy seguramente, sólo
los recordamos cuando conmemoran sus “efemérides” o leemos algún artículo como
el presente.
El tema de moda por estos días es
el de la famosa “Comunidad del Anillo”, que fue dado a conocer o mejor,
popularizado mediante el vídeo que puso en jaque mate a los señores Rodolfo
Palomino y Carlos Ferro; al primero por ser señalado de practicar la proxeneta
al interior de la Institución que dirigía (los riesgos de ser la cabeza
visible) y al segundo, por tráfico de influencias a costa de favores sexuales,
lo que salpica a muchos de nuestra clase dirigente de mayor rango en el país;
lo que más me llama la atención de lo sucedido, es que han polarizado al
pueblo-pueblo, los que se enfrentan por las opiniones encontradas de los
medios, los del problema de alzhéimer político-social-endulzante, los que
siguen votando por los mismos sólo porque les cambian el nombre y la imagen,
olvidando la ascendencia de éstos, sus colaboradores y antecesores en los
cargos; los que creen que la construcción de una vía sería la solución de los
problemas de los Wayuu en la alta Guajira; los que piensan que un vídeo (que es
el florero de Llorente de última hora) es el irrespeto más grande a unos
hombres “sin mácula”, “probos”, que son señalados afrentosamente, dañando la
imagen de las Instituciones del país, de sus familias, publicación que se
constituyó en la prueba reina, que muy seguramente nadie, como cuando
transmitían el partido de fútbol entre el Unión y Millos en 1985, nos
hubiésemos percatado de lo sucedido y todo se hubiese manejado con hermetismo
para evitar situaciones tan bochornosas.
Todo esto hace reminiscencia de
algunos de los periodista que se atrevieron a poner el dedo en la llaga, caso
del inmolado Jaime Garzón, asesinado en 1999; en enero de 2001, Claudia
Gurisatti, debió abandonar el país; igualmente Guillermo Prieto “El Pirry”,
quien en el mes de abril del año anterior debió huir de Colombia y ahora a la
señora Vicky Dávila, por lo que ya sabemos pero que pronto será materia de
olvido, a causa del famoso alzhéimer político-social-endulzante; quién será el
próximo?, será que seguirán mártires sacrificándose detrás de nada?; vaya PAÍS
SIN MEMORIA…por favor señores, hasta cuándo?, NO A LAS MANIPULACIONES, NO A LA
CORRUPCIÓN, NO AL CLIENTELISMO QUE ACABAN CON LO POCO QUE NOS QUEDA…LA DIGNIDAD!
Muy dicientes sus palabras compadre Rafa, enmarcan la realidad de lo que hoy se vislumbra en el país; es triste que no tengamos mecanismos de control para judicializar todas esas conductas. Un abrazo.