Por: Raymon Guillermo Sales Contreras. “…No basta con
anhelar la paz. Tenemos que trabajar, y si es necesario, luchar por ella…”. Harri
Truman.
Murió el divo de
Juárez, un emblemático e inmortal artista de la música y la cultura mexicana;
icono de la composición popular en el ritmo de ranchera y grande expositor del
romanticismo y el costumbrismo de la idiosincrasia de un país que en sus
costumbres se parece en su cotidianidad al nuestro.
Compositor innato,
con aproximadamente 1.800 obras de su autoría grabadas por el cómo autor y
algunas con mayor trascendencia que fueron inmortalizadas por artistas celebres
y representativos de todas las elites folclóricas del mundo, ese fue nuestro
inolvidable Juan Gabriel.
Perseverante como
todo aquel que tiene como objetivo la realización de sus metas y sueños, nunca
sucumbió a los obstáculos de la vida y de la sociedad, esa que le puso barreras
tan insuperable que le enseñaron que entre más grande es la adversidad para
lograr lo trazado, inmensa es la satisfacción al momento de lograrlo, esa fue
la vida de este artista que en muchas oportunidades le cerraron en sus narices
las puertas del Palacio de Bellas Artes en Ciudad de México y después,
brillaría con luz propia y sus conciertos engalanarían por siempre este
escenario como uno de sus mejores anfitriones. Descansa en Paz Juan Gabriel y
tu música jamás morirá en nuestros corazones y generaciones.
Dando continuidad
a este relato, aplaudo con humildad y disposición el cierre de los acuerdos
relacionados con el proceso de paz entre el Gobierno Nacional y las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia FARC, el comienzo de una nueva política de
sometimiento de grupos al margen de la ley en el marco de unos factores que
aseguren reconciliación, perdón, resocialización y entendimiento.
No podemos
renunciar a darnos la oportunidad de poder construir entre todos, un país con
menos odios, corrupción, desigualdad, impunidad, abandono y ante todo,
intolerancia. Es deber de todos realizar nuestro aporte a construir nuevos
ideales soportados en evidencias o hechos reales que su desenlace sean acciones
paz, de convivencia sana y respeto mutuo, es obligación de todos los ciudadanos.
Es por eso que
debemos apoyar esta política del presidente Juan Manuel Santos Calderón para
que nuestro pueblo pueda desintoxicar y desarmar los corazones de tanta ira
burocrática, de tanto odio por interés materiales creados y ante todo la vana y
vaga defensa de ideales absurdos que solo defienden maquinarias de todos los
estamentos que triunfan cuando el país hierve en el calor de las balas que
encienden las batallas interminables de dos bandos que hoy encontraron un
espacio de construcción para comenzar de nuevo y analizar todos los puntos que
en su momento justificaron la absurda guerra de muchos años.
Con el cariño y el
respeto de siempre,
Raymon Guillermo
Sales Contreras
Columnista Villanueva
mi@.
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