Por: Hernán Baquero Bracho. La
devoción que ejerce la patrona de los riohacheros, crece cada año y no baja un
ápice, antes por el contrario, se siente y se nota la fe que le continúan
teniendo a la virgen de los Remedios que por cariño la llaman “La Vieja Mello”
y una vez más quedó demostrado el pasado sábado 2 de febrero, donde no solo los
riohacheros, sino que esta devoción es tan grande en la gente del sur de
La Guajira, que como dijo alguien de Riohacha “Que como no nos avispemos, los
provincianos van a cargar con ella”, un devoto de pesos pesados que se ganó la
confianza de la “Vieja Mello” cuando le hizo el milagro en aquel histórico 2 de
febrero del año 2002, ha sido el ex presidente Álvaro Uribe Vélez, quien
cada año cumple su cita de manera puntual a oír la misa a su patrona y quien de
paso se ha ganado el cariño de los riohacheros. Este año “La Vieja Mello”
realizó otro milagro, la liberación del empresario del campo Moisés Henríquez
Gómez , quien estuvo en poder de “Fuerzas oscuras” y después de más de 4 meses
de estar secuestrado, volvió a la libertad en este histórico 2 de febrero y
llegó a Riohacha a eso de las 5 de la mañana a los suyos, porque “La Vieja
Mello” escuchó sus plegarias y súplicas y le hizo el milagro y que milagro:
recuperar la libertad, lo más preciado que tiene el hombre y lo primero que
hizo fue acudir de manera puntual a la misa mayor a darle las gracias y allí
acudió a la catedral, todavía con los signos de lo que representada el
secuestro, de lo que genera esta amarga experiencia.
Pues
bien, en la “Procesión” de la patrona, dos personajes se ganaron la admiración
y el cariño del pueblo riohachero. Uno, el mismo Moisés Enrique o “moi” como es
conocido cariñosamente en Riohacha, el otro personaje nuestro gobernador Juan
Francisco Gómez Cerchar quien es descendiente de un riohachero como lo fue
Marcelino Gómez Mengual. En el transcurso de la “Procesión” sintió el cariño y
la felicidad de su pueblo, quienes lo aplaudían a rabiar por este gran
acontecimiento de haber recuperado la libertad. Un detalle en la “procesión”,
mientras iban al frente el vicepresidente de la República Angelino Garzón, su
señora Monserrate Muñoz, el alcalde de Riohacha Rafael Ceballos Sierra y señora
y las autoridades militares, más atrasito iban “Moi” Henríquez y señora y
cuando pasaban al frente de la multitud se sentían los aplausos y los vivas y
el vicepresidente pensaban que eran para él y levantaban las manos, pero ¡oh
sorpresa!, porque los vivas eran para Moisés Henríquez y no para el
vicepresidente de los colombianos.
Y la otra sorpresa a “La Vieja Mello”
la venía cargando el mismísimo gobernador Juan Francisco Gómez Cerchar; “Kiko”
se confundía con su aroma de puro pueblo y al ritmo de los movimientos de su
patrona, gritaba a todo pulmón por donde pasaba “viva la Vieja Mello” y el
pueblo le respondía a esos vivas con aplausos sonoros y vivas también para él.
Fue el otro personaje que se ganó una vez más el cariño del pueblo riohachero,
“Kiko” Gómez es un gobernador que no es intelectual en el sentido estricto de
la palabra pero cuenta con una maestría en la práctica: en relaciones humanas,
quien siempre está en contacto permanente con el pueblo y como hombre de campo,
la vida le ha enseñado cosas maravillosas, que el éxito no está en demostrar el
poder con protagonismos insulsos, sino en compartirlo de manera continua
con ese mismo pueblo que lo llevó al poder y ese fue el ejemplo que mostró
“Kiko” Gómez, en la “procesión” de la patrona de los riohacheros, que es la
patrona de él también. Podemos afirmar sin eufemismos que nuestro gobernador es
un hombre pragmático con una humanismo demostrado hasta la saciedad y con un
carisma que le imprimió Dios desde el momento de su concepción cuando llegó al
mundo con una misión importante y con un destino especifico: el de servir a su
pueblo y solucionar los grandes problemas de pobreza y desarrollo que ha estado
padeciendo.
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