Rafael Eduardo Frías
González. Columnista Villanueva (@refriasg). La
filosofía hace que se difundan tendencias o corrientes de pensamiento diversas,
que si bien es cierto enriquecen, de igual forma se convierten en armas de
doble filo que en cualquier momento llegan a generar confusión; el señor Francisco Maturana, técnico de una de
las mejores selecciones del fútbol colombiano, cuando los resultados comenzaron
a serle adversos, sacó a relucir una frase de las más sonadas desde el común,
hasta los más altos estratos: “perder
es ganar un poco.”
La
concepción que se tiene luego de analizar en su profundidad la frase ya
señalada y tal como lo destacó en su momento el escritor peruano José Ochoa Pachas: “El error es la primera fuente del conocimiento. No
se debe desechar. Se debe aprender de él”; sin dificultad
alguna se puede llegar a la conclusión que es rescatable dicha posición; no
sólo debemos esperar que en todo momento las cosas nos salgan bien, algunas de
ellas tendrán finales nada favorables y por ende nos originarán malestar,
inconformismo y desánimo pero aprendiendo de esas circunstancias, obtendremos
las herramientas para no continuar cometiendo los mismos “horrores.”
En reiteradas ocasiones he tenido la oportunidad de
compartir opiniones (de las que soy muy respetuoso) con amigos, familiares y
conocidos, en especial en esta época electoral, en donde expresan con
vehemencia, “esta vez no voy a perder”, y en realidad lo hacen
sin importar dejar de lado, ideologías y principios, porque lo de colores
políticos, sí que desde hace ratos se relegó; en ocasión de lo expuesto, yo
pregunto: ¿éste es el caso de algún lector en particular? ¿está cansado de irse
o votar por el perdedor en las urnas?. Los candidatos hoy por hoy se valen de
tantas artimañas, alianzas, compromisos, promesas y endeudamientos, con tal de
alcanzar sus objetivos, y en efecto lo consiguen, y los electores salen y
celebran con ellos, sacando pecho y orgullosos de haber alcanzado… ¿qué?;
seguramente, se hizo equipo, se fue compen$ado, se ayudó a que otros también lo
fueran, con tal de poder decir al fin “esta vez…NO PERDÍ.”
Al
paso de los días, compromisos incumplidos, alianzas desarticuladas, promesas
irrealizables por su costo, por inviables o por falta de una buena
planificación, entonces el triunfo es efímero y toca recurrir a las famosas
frases de nuestro querido FRANCISCO
MATURANA o del peruano JOSÉ OCHOA PACHAS, y tener que esperar otros cuatro (4) años.
El pasado mes de julio del año en curso, el presidente de la República
JUAN MANUEL SANTOS, denunció públicamente:
“…en las
regiones estaban utilizando las fundaciones para apropiarse de las regalías que
anualmente se asignan a los entes territoriales y que las contralorías
territoriales hacen poco para sancionar a los responsables.”
“Ante tales señalamientos EL HERALDO contactó al secretario de
Transparencia de la Presidencia, Camilo Enciso, quien … insistió en que hay
varias fundaciones … contratando con los departamentos de Córdoba, Bolívar,
Atlántico y La Guajira, entre otros, y que detrás de estas fundaciones hay
políticos que se apropian de estos recursos para financiar campañas
electorales.” (Tomado de EL HERALDO, domingo 12 de julio de 2015).
Amigos, el mucho populismo y el desbordado fanfarroneo de algunas
campañas debería ponernos a pensar, si el uso de la filosofía es buena consejera
y si en realidad “perder
es ganar un poco” o “ganar es perder mucho”; sólo dejo la
inquietud, sin señalamientos pendencieros pero sí con el firme propósito de
hacer todo lo que esté a mi alcance para que no lamentemos la oportunidad que
nos ofrecen los procesos electorales.
Compadre, sabias palabras plasmadas, es bueno reflexionar sobre fenómenos repetidos; siempre tenemos el tiempo suficiente pero no le damos la importancia para generar mecanismos que permitan que surgan nuevas ideologías de las ya institucionalizadas, un abrazo en la distancia.