Para Reflexionar

Muchos que ha veces llevan el daño de sus padres, hermanos, hijos, parientes, amigos y hasta de instituciones, muchas veces estos daños no están resueltos y ellos se profundizan en el corazón con consecuencias negativas, ellos afectan profundamente las relaciones y la tranquilidad del que tiene dificultad de convivir en sociedad. Ellos se mantienen dominando esas vidas y frustran las oportunidades de felicidad. Finalmente, ellos afectan la conexión con Hashem (para no pronunciar el nombre sagrado en vano) y nuestra habilidad para llevar una vida verdaderamente decente.

Día a día, cada uno lucha con nuestra humanidad y con nuestra divinidad. La vida es una montaña rusa de estrés y tensiones, empujes y tirones, atracciones y distracciones, éxitos y fracasos, amores y decepciones, que casi siempre desafían la mente y el corazón, el cuerpo y el alma. Como responder a estos desafíos define nuestra humanidad y la calidad de nuestras vidas. Pero ser humanos significa cometer errores y perder la marca.

El amor a Dios, a la familia, la decisión de servir y hacer siempre el bien, son herramientas que nunca debemos de abandonar para no distraernos de la desadaptación social y envidia de pocos que quieren dañar a muchos; Villanueva siempre será una pasión como el festival para los que todos los días nos alegremos por su bienestar y desarrollo ese amor debe ser una permanente coraza contra los proyectiles de la frustración, incapacidad y la ira.

Ser humanos significa que inevitablemente herimos a otros y nosotros seremos heridos por ellos. Como reaccionamos a nuestros errores y a los de los otros, que hacer con nuestros sentimientos de pesar, rabia, resentimiento y culpa, representa el verdadero barómetro de nuestra fe, amor y felicidad, pero que tan benéfico y gratificante seria entender, interpretar y poner en practica la palabra RESPETO.

Visionar como seremos cuando lleguemos “si llegamos” a los 80 años, con seguridad lo queremos pero sin alzhéimer, Parkinson o demencia senil y con el cabello menos blanco seria lo ideal, conocernos, apartar tiempo diariamente para evaluar nuestros estados emocionales, actitudes y acciones, escuchar nuestros sentimientos, parar de culpar a otros, tomar responsabilidad parece que se aleja mas en nuestro medio.

Tiempo de reflexión, tiempo de confesión, tiempo para sanar, tiempo para perdonar, es lo que debemos poner en practica, el triunfo y el éxito de los demás no debe ser una amargura. Los tiempo son de Dios y en los tiempos de política, ella pasa y las amistades quedan y si la política le abre la puerta a mas de un Villanuevero, debemos aceptarlo y aportar para que Villanueva y sus hijos tenga la oportunidad de engrandecer más este municipio con quien muchos mantenemos una gran deuda social.

Jorge Juan Orozco Sánchez
Para Villanueva mi@