
La celebración fue por lo alto, a un
liberal – liberal en todo el sentido de la palabra, en cabeza de su hijo, el ex
diputado, ex – alcalde de este municipio y jurista Narciso Guerra Torres. El
partido liberal le rindió todos los honores. Iniciando por el Directorio
Municipal de Villanueva, Celso López Guerra, como Presidente; Lucila Yaguna
Pareja como Vicepresidente y Edwin Ramírez Arias como Secretario; le
confirieron “la certificación de ciudadano ilustre, hombre de conducta incólume
y padre ejemplar y revestido de una moral digna de una persona como él”, de
igual manera, el Directorio Departamental Liberal de La Guajira, con Manuel
Mengual Meza como Presidente y Roberto Gutiérrez Castañeda, como Secretario
General y presentes en el acto, le confirieron “mención al mérito”, “por toda
una vida al servicio ferviente del ideario liberal”.
Manuel Mengual Meza, Líder de líderes
del Partido Liberal Colombiano, exaltó la vida inmaculada del gran patriarca
liberal y el compromiso del partido con Don Narciso Guerra Contreras lo que ha
significado para el liberalismo de La Guajira y especialmente de Villanueva. Luego
en un discurso antológico, el biógrafo del Partido Liberal en el Departamento
como lo definió el parlamentario Liberal Jimmy Sierra Palacio, se jaló toda una
oratoria que por momentos nos hacía trascender a Rafael Uribe Uribe y Jorge
Eliecer Gaitán, sobre la vida de Narciso Braulio Guerra Contreras. En su
discurso enfatizó el dirigente liberal: “en este interregno nació Narciso Braulio Guerra Contreras, el 15 de
Agosto de 1922. Ocho días después de que asumiera la presidencia Pedro Nel
Ospina, ocho años después de iniciada la primera guerra mundial y ocho años
antes del nacimiento de la República Liberal”. Y remata: “Ortega y Gasset,
expresó: “Yo soy yo y mi circunstancia”, dando a entender que no nos podemos abstraer del medio que nos
rodea (intelectual, moral, social, económico o político); años después Mc Luhan
lo sintetizó cuando describió al mundo actual como “la aldea global” al
considerar que lo que sucede en una parte del mundo afecta a toda la comunidad.
En este contexto el destino político de Narciso Braulio no podía ser otro que
el que lo distinguió durante toda su vida: el talante liberal”.
Finalizó el parlamentario liberal,
Jimmy Sierra Palacio, quien le entregó un pergamino a nombre del Partido
Liberal Colombiano, firmado por el Director único Simón Gaviria Muñoz y el
Secretario General del Partido. Fue un momento solemne, lleno de sentimientos
encontrados y con una fluidez mental y una oratoria sencilla y sin retórica,
expresó el parlamentario guajiro lo que significa la vida de Narciso Braulio
Guerra Contreras, como soldado y patriarca del partido liberal. Palabras
elocuentes, que recibieron la aclamación de los cientos de invitados a este
acto gallardo, sencillo y lleno de un colorido de centenares de amigos de “Don
Chicho” Guerra, que pensándolo bien, no fueron los noventa del dirigente, sino
dos mil años de historia, ya que la mayoría de sus amigos son todos octogenarios, presentes en su homenaje, con
un sombrero “que representa a la clase campesina” entregado por sus hijos a los
invitados, significando lo que ha sido él, toda su vida, clara y cristalina y
llena de una honestidad a toda prueba.
La vida de “Don Chicho” Guerra
Contreras es digna de admirar. A él le pasó lo que al maestro Rafael Escalona,
el algodón lo arruinó, en el inicio de la década de los sesenta. Pero “Don
Chicho” no se arrugó, al contrario
inició su periplo hacia Venezuela, llevando semilla de pastos y le pasó de todo
como aprendiz del negocio, pero Dios le tenía bendiciones y fue así como de la
mano de uno de sus mejores amigos, Carlos Alberto Danies, quien le devolvió un
favor y de qué manera y fue cuando “Don Chicho” se hizo cargo del negocio de
las semillas de pastos hacia el vecino país. Y como él mismo lo expresa en el
año de 1971 recibió la ciudadanía venezolana y las ventanas del cielo se le abrieron
y con la ayuda de otros amigos como Alcides Morón y Jesús Romero, se recuperó
de sus finanzas. Pagó todo lo que debía y se dedicó al cultivo del café y a la
ganadería y sacó adelante a toda su familia, la cual heredó las virtudes de su
padre. Luego en la época de la violencia, los paramilitares se le llevaron todo
su hato ganadero, pero tampoco ello fue óbice para acobardarse, volvió a
recuperarse y miren no más, a “Don Chicho” los reveces de la vida no lo
amilanaron, al contrario lo fortalecieron y Dios lo mantiene sano y con esa
memoria que no ha perdido un ápice para dar testimonio de un padre ejemplar, de
un esposo inigualable, de un amigo como pocos y de un liberal – liberal en todo
el sentido de la palabra. ¡Todavía tenemos Chicho para ratos, con la voluntad
divina!.
Hernán Baquero Bracho
Columnista Villanueva mi@
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