Hernán Baquero Bracho Columnista |
Villanueva es una población en el Sur
de La Guajira, bordeada por hermosas montañas, con un clima templado
espectacular y con una urbanización impactante. No hay claridad o mejor dicho,
unidad de criterio, de cómo llegó el acordeón allí, ni cuándo. Sin embargo,
como lo más lógico es que este instrumento de origen alemán hubiera
llegado a nuestro país por Riohacha. Se supone, que quienes lo interpretaban
fueron internándose al interior del país con su instrumento, hasta pasar por
Villanueva.
Lo que nadie discute, lo que nadie
duda, y sobre lo que hay unanimidad es que, Villanueva es Cuna de Acordeones.
Allí nacieron, crecieron, se desarrollaron, nacen y siguen creciendo
extraordinarios acordeoneros, magníficos cantantes, excelentes compositores,
músicos con talento.
Los estudiosos hablan de que allí se
originan más de 15 dinastías importantes. Enumerarlas es correr el riesgo de
dejar algunas por fuera. Pero hoy tengo que correrlo, a pesar de mi frágil
memoria, para decirle a quienes no saben mucho del tema, el talante de quienes
llevan sobre sus hombros gran parte del éxito de nuestra música: Los Zuleta,
Los Romero, Los Maestre, Los Celedón, Los Cuadrado, Los Bolaño, Los Ovalle, Los
Rivera, Los Rosado, Los Cote, Los Sierra, Los Gil, Los Hernández son algunos de
los de mayor trascendencia.
Todos ellos, y muchos otros, hacen
parte del 80% de los aportantes del vallenato, que como se sabe, hoy es el
género musical que más vende, que identifica a Colombia en el exterior, que nos
hace vibrar, que mueve millones de pesos en eventos como los festivales o los
conciertos. El vallenato desde hace rato dejó de ser la música de los patios de
las grandes casas Villanueveras, para tomarse los más exóticos escenarios, para
utilizar los más sofisticados estudios de grabación.
En los patios de las casas de esa
localidad, en las calles, debajo de los frondosos árboles, en las esquinas, se
fueron formando los músicos. ¿Qué comen? Lo mismo que todos los de esa región.
¿Y por qué nacen tantos y se crían más? Nadie lo sabe, pero la cuna se
convirtió en un manantial de grandes figuras, y no importa ahora, por qué allí
y no en otra parte, porque descubrirlo gastaría grandes cuartillas.
Particularmente que creo que es imposible dejar de admirar la vida cuando se
nace en ese pueblo, y tampoco puede dejar de cantársele.
Y tal vez por eso, en Villanueva,
desde hace 35 años se realiza un festival que no podía llevar otro nombre que
Cuna de Acordeones. Un festival que crearon un grupo de amigos en el año de
1979, que con las uñas y 125 mil pesos se hizo, y se ha convertido en el
segundo más importante de Colombia y en el Primero de La Guajira. Hoy el
festival en sus 35 años cuesta 900 millones de pesos. ¡Como ha crecido!.
Este año hubo una decisión sincera: La
unión de voluntades de la alcaldesa de su pueblo Claudia Gómez Ovalle y el
Consejo Directivo de la Fundación Cuna de Acordeones en cabeza de su presidente
Ejecutivo Israel Romero Ospino y como la unión hace la fuerza, la 35 versión
pinta para grande. Lo institucional de mano de su alcaldesa abre puertas a
nivel nacional y regional como en efecto está sucediendo y la figura preclara
del mejor acordeonero del mundo han hecho una lleva sin igual que redundará por
un gran festival y que se recordará en lontananza como lo ocurrido en el año
2003 con sus bodas de plata.
La alcaldesa Claudia Gómez Ovalle es
una ejecutiva de armas tomar, metelona, pilosa, carismática, entrona, tocando
puertas con Israel Romero en Bogotá en la Vicepresidencia de la República,
comprometiendo al Vicepresidente Angelino Garzón, al mismo presidente de La
República, Juan Manuel Santos, a la Ministra de la Cultura y varios de sus
ministros, a la empresa privada, a empresas multinacionales, a hijos de
Villanueva comprometidos con su tierra, en fin esta unión hará de la 35 versión
del Festival Cuna de Acordeones, a realizarse del 19 al 22 de Septiembre algo
inmemorable, donde llegará el eco de los acordeones a todos los rincones de la
patria.
En fin en la 35 versión se han unido
todas la voluntades en cabeza de su alcaldesa Claudia Gómez Ovalle, de su
Gobernador Juan Francisco Gómez Cerchar, y con la colaboración incondicional
del Asesor de la Gobernación Ángel Daza Caicedo y Jorge Juan Orozco Sánchez y
se ha venido trabajando en un solo objetivo: Hacer del festival de Villanueva
el mejor de la región. Con ello se da una lección al mundo y especialmente a
los colombianos. Con voluntad y unidos podemos hacer grandes cosas, podemos
cambiarle la cara al país, podemos avanzar significativamente, podemos vivir
felices, podemos repartirnos la carga.
El ejemplo de Villanueva debe
imitarse, no solo para sacar adelante otros festivales que también requieren
del apoyo de toda la comunidad, si no para ser aplicado en nuestra vida diaria.
Colombia y la Región Caribe se volcarán a Villanueva del 19 al 22 de Septiembre
para vivir se cerca lo que la tierra bella muestra como fábula y fantasía. ¡Que
así sea!
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